El Comandante Chávez ha sido valorizado como un líder indiscutible del proceso venezolano, latinoamericano y caribeño del siglo XXI. Chávez logró iniciar una verdadera revolución político, social, económica y cultural solo equiparada con la gesta independentista comandada por el Libertador Simón Bolívar. Además, Chávez fue quien sentó las bases para la construcción de un socialismo nuestro americano.

Sin embargo, el importante aporte que Chávez realizó a nivel teórico-político no ha sido lo suficientemente analizado. Una de las posibles razones subyace en el hecho que las teorías políticas, que por lo general se construyen en el mundo académico, son producto de un acto sistemático de razonamiento de construcción conceptual y de validación. Pero en el caso particular de las tesis políticas de Chávez son construcciones teóricas hilvanadas en la práctica política del Comandante: en su accionar como líder y gobernante, desde su capacidad y poder del hacer.

En virtud de ello surge la pregunta ¿Qué importancia tiene este accionar teórico? La trascendencia de su pensamiento político radica en que son ideas y postulados construidos sobre la necesidad de dar respuestas a realidades concretas, surgidos de las mismas exigencias de un proceso revolucionario en marcha. Son ideas que se fueron visualizando y concatenando para conformar un pensamiento político coherente, contestatario y movilizador de la conciencia primero del pueblo venezolano y por extensión a los pueblos del mundo.

Hugo Chávez, identidad y rebeldía latinoamericana

Surgimiento de las ideas políticas del Comandante Chávez

Las ideas políticas del Comandante Chavez aparecen en un momento particular del pensamiento político latinoamericano, donde reinaba una visión dominante, impregnada de espíritu derrotista y ecléctico de la postmodernidad. Eran momentos donde reinaba un pensamiento que negaba la existencia del imperialismo y sus expresiones hegemónicas de dominación. Además, esta visión extendida privaba la idea de  un mundo global en convivencia de igualdad, aspirando que fuera regida por un gobierno mundial. De lo que se trataba era  simplemente de cómo los países se conectaban a ese mundo global dentro de la modernidad de la globalización capitalista, quedaban atrás los conceptos de soberanía y autodeterminación.

Era un contexto donde estaba vetado hablar de socialismo, producto de la onda expansiva del fracaso del “socialismo real”, se pregonaba el fin de la historia en un capitalismo que se presentaba triunfante. Predominaban las ideas de hacer reformas, modernizar, hacer la reingeniería del viejo modelo del capitalismo para hacerlo más eficiente. La izquierda y los sectores progresistas habían cambiado su discurso, abandonando el debate de las luchas de clases: ya no se hablaba de la lucha de intereses de las clases dominantes y la lucha de los explotados.

Época que se redujo a la alternabilidad  la democracia liberal. En esa época irrumpe el Comandante Chávez: un mundo neoliberal, de un supuesto de fin de la historia, del postmodernismo en la forma de pensar y hacer política. Un momento donde la politica se venia convirtiendo en puro marketing, reducida a estructuras burocráticas de pensamiento político dominante al margen de la lucha de los pueblos. Todo ello condujo a que el mundo de la izquierda, se entrampara en el accionar técnico de los asesores y en un hacer tradicional de  la política, que era fundamental en momentos electorales de la democracia representativa.

Irrupción del accionar y el pensamiento político de Chávez

En esas circunstancias nace una propuesta y un pensamiento político diferente, que ya de hecho significaba un atrevimiento. Podemos afirmar que Chávez fue un gran atrevido de la política al exponer los conceptos totalmente renovados del “socialismo del siglo XXI”, “poder popular”, “democracia participativa y protagónica”, “soberanía”, “independencia”, “multipolaridad”, “equilibrio del universo”, “unión -integración de los pueblos”, “un nuevo orden mundial”. Un verdadero cúmulo de ideas, concretadas, impulsadas y fortalecidas en acciones que nos conducen a afirmar como premisa en la investigación del pensamiento político de Chávez, que estamos en presencia de un sistema teórico de ideas políticas.  Es decir no es un pensamiento suelto o conceptos inconexos; son ideas y conceptos que van tomando y tienen coherencia, que se van interceptando entre ellos para conformar campos teóricos  determinados los cuales llegamos a definir como tesis políticas del Comandante Chávez.

Campos de acción de las tesis políticas: procesos constituyentes

¿Por qué son tesis políticas? Porque ellas tienen sentido en sí mismas, porque son una construcción holística de diferentes campos de acción. Hemos identificado ocho grandes tesis políticas:

La primera tesis, cómo se construye y cómo se hacen las transformaciones y que son los procesos constituyentes. Chávez irrumpe en una nueva forma de concebir el constitucionalismo, desde el poder constituyente soberano del pueblo para hacer una constitución, desde el interés y el consenso de las mayorías. Vale recordar ¿Quiénes hacían las constituciones tradicionalmente? Las hacían los grandes especialistas, y las hacían las élites acordadas para hacer marcos constitucionales, que respondiera a sus intereses de clases, era el viejo concepto del Estado para dominar y explotar y controlar al pueblo.

Chávez plantea una nueva manera de hacer la constitución, con unas particularidades que tiene que ser genuina, originaria, razón legítima del ejercicio del poder soberano y que fuese esencia de una construcción de un proyecto político nacional. Lo que irrumpe en el caso venezolano, es la construcción de la legitimidad de un proyecto político antineoliberal, profundamente democrático, de transformación revolucionaria constitucional, de refundación de la República, en paz, regido por la voluntad soberana del pueblo, basado en un Estado Social, de Derecho y de Justicia. Este hecho histórico con la excepción de Ecuador y Bolivia donde se realizaron procesos constituyentes, no tiene precedentes en la historia republicana de América Latina.

La segunda tesis política, es la construcción del Poder Popular. Es decir es el pueblo en sí, la construcción y la razón del sujeto político de transformación, superándose los viejos conceptos donde se creía que las revoluciones se hacen sin un “sujeto colectivo”. Reafirmando que las revoluciones se hacen por sujetos políticos, entendidas como procesos de organización, unidad, movilización y creación de conciencia del pueblo, que dejan de ser simplemente habitantes de un territorio, para asumirse de forma orgánica como un actor empoderado, con capacidad de incidir en los asuntos de interés colectivo en lo local, nacional e internacional.

Este novedoso concepto otorga la posibilidad de hablar en plural,  “los sujetos políticos”. No hay un solo sujeto político, por lo tanto, la clase obrera no es el único sujeto político, es uno de los sujetos políticos fundamentales, en términos de organización, en términos de visión, en términos de construcción de subjetividades. Chávez plantea un concepto a debatir, es el de “sujeto pueblo” que representa la conformación de la identidad en el pueblo organizado, guiado por un proyecto de país y una conciencia histórica de dónde venimos.

Se enfatiza que no hay proceso de transformación sin sujeto, su construcción es una tarea vital para la unidad de los pueblos, dentro de una noción de diversidad que agrupe a los diferentes sectores y expresiones organizadas, que forman parte de la población, dominada y controlada y explotada, que incluye  a los campesinos,  trabajadores,  intelectuales,  las mujeres, los jóvenes, indígenas, la diversidad sexual, etc. Chávez lo colocó en el debate como piedra angular, elemento fundamental en la construcción revolucionaria, que  había sido subestimado por la izquierda.  Afirmando que es el pueblo movilizado el que hace la revolución y el que construye procesos de transformación. En términos de poder, el pueblo es el “Poder popular” y sus expresiones organizativas: de comunas, consejo comunal, comités de salud, de vivienda, organización de trabajadores, y sus proyecciones territoriales, la organización de gobiernos comunitarios. Todo ello sintetizado en una frase histórica: “Comuna o nada”.

El partido en las tesis políticas de Chávez

La tercera tesis es la concepción del partido y del poder. Cuando surgió Chávez en la palestra política, a finales de la década de los 90, era un sacrilegio hablar de la creación de un partido socialista revolucionario. En ese momento lo que imperaba  era el mundo de las ONGs, los frentes amplios, mientras que las organizaciones sociales locales, eran estructuras utilitarias sin un sentido ideológico de transformación revolucionaria orgánica en términos de procesos de cambio.

Existía un chantaje en los relatos imperantes: no se podía hablar del partido, porque eso era una concepción dictatorial, controladora, reproductora del viejo esquema del socialismo real, eran en sí manipulaciones ideológicas que se impusieron y fueron absorbidas y reproducidas por muchos movimientos y tendencias políticas progresistas  en Venezuela y el mundo.

Contra corriente de las visiones imperantes en la izquierda y los movimientos progresistas en la región, Chávez se planteó la construcción del socialismo en Venezuela y para ese tránsito del capitalismo al socialismo concibió y promovió la creación de un instrumento organizativo de masas, un partido revolucionario, que naciera de  la estructura de la base popular y fuese la guía de la revolución bolivariana en marcha.  Por y para ello fue fundado el Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, un partido concebido desde la construcción del sujeto pueblo, en una relación dialéctica entre partido, la organización popular y el Estado.

La construcción del Partido es un aporte importante que reafirma que no hay procesos de cambio y transformación si no hay un proyecto político, una visión de poder a través la arquitectura de la organización de un partido revolucionario nacional, en vinculación con las masas populares y su tejido social organizativo.

Diez años después, cinco veces Chávez

Un nuevo modelo productivo en la concepción de Chávez

Chávez plantea el debate del nuevo modelo productivo y el papel del Estado. Las corrientes dominantes defendían las tesis que el Estado no debería meterse en la dinámica del comportamiento económico, ya que esta tenía sus propias reglas de autorregulación desde el accionar de los actores privados nacionales e internacionales, supuestamente estaba superada la concepción utilitaria de la planificación centralizada estatal. Por lo tanto el Estado tenía que reducir su estructura de funcionamiento e impulsar un proceso de privatización de las empresas y servicios  públicos y dejar que fluyera libremente el mercado, y el Estado debería dedicarse a garantizar que el mercado funcionara, dentro la noción de un funcionamiento mínimo de su institucionalidad. Todas estas definiciones conformaron el andamiaje ideológico e instrumental neoliberal, impuesto desde los centros de poder.

Chávez se plantea otra visión del Estado: rescata su papel estratégico en el comportamiento económico, afirmando que no hay posibilidad de construir transformación del aparato productivo, si no hay gobernabilidad sobre los núcleos estratégicos de la economía, como la industria petrolera energética, industria básicas y los servicios públicos que son en sí mismos una razón de responsabilidad y control directo del Estado. Con ello se garantizaba la base material de sustento de la Revolución Bolivariana dentro de la búsqueda de la justicia y equidad social. No obstante estos son procesos difíciles y complejos, que implican la construcción de un nuevo modelo de economía, con otra lógica más allá del interés superior de la acumulación de capital, donde se intenta resolver la contradicción capital-trabajo, a favor de la fuerza laboral en función del interés de las mayorías poblacionales.

Entendiendo que hay diferentes momentos: primero  de formulación teórica discursiva, y un segundo de la aplicación en la realidad concreta de la construcción de un nuevo modelo productivo, todo ello en un marco internacional de determinantes por reglas del sistema capitalista.

Este reto inmenso planteado por Chávez, está siendo asumido en la coyuntura actual bajo la guía del Presidente Nicolás Maduro, conjuntamente con el pueblo venezolano en resistencia, aprendiendo a enfrentar las complejidades, a dar respuestas creativas a la guerra económica y las consecuencia de la aplicación de más de 900 medidas coercitivas unilaterales (MCU). En virtud de lo cual  se está asumiendo de forma colectiva las tareas de la construcción de un nuevo modelo productivo diversificado, mixto, de  responsabilidad estratégica del Estado, donde se supere el rentismo petrolero, desde el aprovechamiento de las capacidades productivas endógenas existentes, ordenado y organizado desde otras referencias, donde la vida en sus diferentes expresiones humanas y naturales impere sobre el capital.

Inédita unión cívico-militar

La séptima tesis es la relación de la unión cívico-militar. Chávez amplía el andamiaje de sostenibilidad del proceso revolucionario venezolano, articulando en una visión holística que abarca: el sujeto pueblo y su torrente organizativo del poder popular; la activación de nueva estructura  económica, en consonancia con un estado popular participativo; el funcionamiento de la estructura del partido en todo el territorio nacional y las Fuerzas Armadas como un actor político.

Por esta razón el componente militar asume un rol estratégico, en lo social, económico y militar, transformándose en una de las bases fundamentales de sostenibilidad del proceso de transformación bolivariana. Con la particularidad que la Revolución Bolivariana en Venezuela no surge producto de una confrontación armada como en el caso de otras revoluciones. Por el contrario  hay una construcción de cambios estructurales en un proceso democrático ascendente, en ese contexto democrático se redefinió el papel de las Fuerzas Armadas.

Después del intento del golpe del 2002, Chávez impulsa una politización en todo el estamento militar. Entendiendo la politización como una referencia de poder institucional en la sociedad, de consolidación de su liderazgo social y económico solidificando su legitimidad en el pueblo venezolano.

Esta estructura de la relación cívico militar  ha sido un baluarte para la sostenibilidad del sistema político de la Revolución Bolivariana, su coherencia funcional y el compromiso nacionalista y revolucionario del alto mando militar y el personal de tropa ha impendido el intento de fraccionamiento y de penetración que ha intentado los agentes de imperio para  acabar con el sistema político, y no han podido romper con la unidad de las fuerzas armadas y su presencia activa en los diferentes espacios del quehacer y el desarrollo nacional. Allí reposa lo acertado de la visión política del comandante Chávez y su continuidad con el liderazgo del Presidente Nicolas Maduro, que ha sabido profundizar la política y el trabajo al interno del funcionamiento de la institucionalidad militar y su proyección de liderazgo en la sociedad venezolana.

Geopolítica de la emancipación

Chávez se planteó de forma conceptual y de acción práctica que era necesario construir una geopolítica de la emancipación, un nuevo sistema de relaciones internacionales, de igualdad, respeto, de cooperación e integración, que alcanzara un equilibrio universal en un mundo en transición hacia un nuevo orden multipolar. Todo ello enmarcado en lo que define la profesora Irene León como la “justicia geopolítica”, que sintetiza la reivindicación de los pueblos en su lucha por la soberanía y la independencia.

Así mismo el Comandante Chávez reivindica una nueva visión del sistema mundo, donde se transforman los viejos conceptos de la geopolítica, y se asumen las posturas críticas de esta disciplina, lo cual conduce a  renovar su instrumental conceptual tradicional, que fueron definiciones construidas para justificar y profundizar la dominación colonial y neocolonial de los grandes centros hegemónicos imperiales.

Enmarcado en los nuevos enfoques de la política internacional soberana. Chávez aplicó una diplomacia de paz, de unión y hermandad, complementariedad, que condujo al impulso y creación de diferentes mecanismos de integración regional, UNASUR, CELAC, ALBA, PETROCARIBE; así como también organismos multilaterales como la OPEP y la MNOAL. El Comandante Chávez desarrolla una estrategia de cooperación económica, social, cultural y científica  con los nuevos polos emergentes como Rusia, China, Irán, Turquía y la India entre otros países. No cabe duda que esta es una forma totalmente innovadora de interpretar y hacer la geopolítica, entendiendo que son nuevas situaciones internacionales en una dinámica en  constante construcción.

Chávez enfatiza en la necesidad de lucha por la creación de un mundo multipolar y multicéntrico. Definiendo de forma acertada que son procesos que “no están a la vuelta de la esquina”, precisando que dependerá de la acción política de los países que conforman los “nuevos núcleos geopolíticos”, para que ellos logren construir sistemas de alianzas para hacer realidad el nuevo mundo multipolar. Ese es el dilema de la etapa de la coyuntura que vive actualmente el mundo, donde el imperio norteamericano y sus aliados europeos, tratan de anular, bloquear, sancionar, fracturar a los polos emergentes como China y Rusia y a la vez destruir a países como Venezuela, Cuba, Nicaragua que mantienen una independencia y soberanía de su accionar internacional y nacional.

Ideas políticas revolucionarias más allá del tiempo

En síntesis las  ideas políticas de Chávez se convirtieron  en una fuerza motivadora en el accionar del pueblo venezolano y de los movimientos políticos en el mundo. Impulsaron un proyecto de país sintetizado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en el Plan de la Patria (2013), influyendo decididamente en los procesos de integración, cooperación y hermandad entre las naciones. Uno de los mayores méritos de Chávez fue haber promovido una visión holística en el relato y el accionar político para integrar un pensamiento transformador. Su praxis política lo convirtió en un impulsor de la pedagogía liberadora, que desarrolló para fortalecer intelectualmente al pueblo y su papel como “Sujeto histórico de la Revolución”. Por eso, las ideas expuestas y practicadas por el comandante Chávez constituyen un aporte sustancial al desarrollo del pensamiento político latinoamericano en la perspectiva histórica contemporánea de construcción de una teoría revolucionaria, nacida de la práctica y el accionar de la lucha diaria que libran los pueblos por su liberación definitiva del yugo explotador de los centros hegemónicos imperiales.