Barrio popular Peru


En medio de la tragedia pandémica en la que nos encontramos, con más de 400 muertos diarios, cerca de 150.000 fallecidos por COVID desde el 19 desde marzo del 2020, el sistema de salud colapsado, sin vacunas suficientes a la vista y con cuarentenas que todos violan, luego de la primera vuelta electoral del 11 de abril, en la que venció el maestro, agricultor, rondero1 y sindicalista provinciano Pedro Castillo, aquí escribo algunas ideas sobre qué se debería hacer con la salud, la economía y la producción. Ello, claro está, una vez que el profesor Pedro Castillo, en representación de los sectores rurales y urbanos empobrecidos por el “modelo” neoliberal capitalista-extractivista, asuma el gobierno el 28 de julio del 2021, cuando logre vencer el 6 de junio a su opositora Keiko Fujimori, como parece ser el caso a juzgar por las recientes encuestas de opinión.

Demás está decir que me alegro y saludo que el profesor Castillo, contra todo pronóstico, haya pasado a la segunda vuelta con la más alta votación – aunque sólo con el 19% de los votos válidos -, derrotando a la representante del fujimontesinismo mafioso, asesino y ladrón, quien obtuvo el 13% de los votos. También me alegro que el profesor Castillo y Perú Libre, su organización política, haya obtenido una muy significativa representación parlamentaria de 37 congresistas electos. Siendo militante del Partido Socialista (PS) y del movimiento Nuevo Perú (NP), integrantes de la alianza electoral Juntos por el Perú (JP), la sigla que postuló a la cusqueña Verónika Mendoza – que no llegó a 9% de los votos y sólo obtuvo 4 congresistas -, votaré por Castillo el 6 de junio. Considero que el profesor Castillo representa para nuestro país la esperanza de un Perú mejor y creo que en la izquierda institucional en la que militó, deberíamos hacer humildemente un balance crítico y sobre todo autocrítico, en relación con nuestros magros resultados4 que contrastan con los obtenidos en el año 2016.

El debate en Chota 

La provincia de Chota en la región Cajamarca, a 893 km de Lima, por primera vez en la historia de los debates presidenciales, fue escenario el domingo 1ro de mayo, del primer debate entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Pedro Castillo, seguramente recordando al caudillo chotano el hacendado Eleodoro Benel Zuloeta, quien se sublevó entre 1924 y 1927 contra el gobierno pro estadounidense de Augusto B. Leguía, le propuso a su oponente Keiko Fujimori que este debate se realizará en su tierra, lejos de la presuntuosa y excluyente Lima.

La evaluación sobre quien ganó del debate, da para todos los gustos. Pero lo interesante fueron tres asuntos: 1) la forma no tumultuosa en la que se llevó a cabo un debate que no fue organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sino por el gobierno municipal de Chota y los ronderos; 2) ambos candidatos respetarán el formato del debate, en el que cada uno se allanó a la metodología y los tiempos señalados por una excelente conducción periodística Chotana; y, 3) haber logrado en hora y media exponer sobre cinco asuntos que interesan a los electores: salud y pandemia, educación, corrupción, economía y seguridad ciudadana. Quedó por fuera el tema ambiental, de defensa de los recursos naturales y los derechos de los pueblos indígenas, pero se supone que … para otra vez será.

País convulsionado y polarizado

Lo real, nos guste o no, es que el 11 de abril se consumó el triunfo inicial de las ojotas6 y el sombrero típico de Cajamarca con un lápiz como símbolo, contra los representantes de la mafia, ricachones y los poderosos de la CONFIEP y otras organizaciones empresariales7 que se trasladan en Audis. Ello en un país con múltiples incendios sociales, que fuera representado en diciembre del 2020 por el genial caricaturista Carlos Tovar “Carlín”. Se trata de la confrontación de un “modelo” ideológico, económico, social y político hasta ahora inamovible y en piloto automático, representado por la Constitución mafiosa de 1993. Se trata de un modelo ideológico que, durante 30 años, nos han querido vender con la idea TINA (There Is No Alternative = TINA) de “no hay alternativa”, que la ex primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher acuñara a principios de los años ochenta del siglo pasado.

La verdad es que, en las últimas dos décadas, varios países de América Latina y de otras partes del mundo, han demostrado que sí existían alternativas al neoliberalismo, expresadas en las políticas anti-neoliberales impulsadas durante varios años por hasta 14 países de nuestro continente, políticas contra el llamado “Consenso de Washington”, conocidos como “ciclo de gobiernos progresistas”. De estos 14 países y desde el 2014 que se produjo una ofensiva conservadora, promovida y alentada por el gobierno de los Estados Unidos, sólo quedan los gobiernos de Argentina, Bolivia, Cuba, México, Nicaragua y Venezuela, pero cuatro más se aprestan a retornar o tomar el gobierno por la vía electoral, como son Brasil, Chile, Uruguay y quizá Colombia. Frente a ello, pese a errores y limitaciones, que hemos señalado anteriormente, al parecer ahora, con Pedro Castillo a la cabeza, el Perú se apresta a formar parte de los países que buscan cambios verdaderos contra el “Consenso de Washington” del TINA de la Thatcher y Reagan.

Los seis virus que sufrimos

La pandemia mundial que sufrimos es solo uno de los seis virus que nos acosan, nos enferman, nos matan y nos dejan sin empleo. Los otros virus son el neoliberalismo extractivista salvaje, el cambio climático, el crimen organizado asociado a la corrupción, la crisis de Estado en la que nos encontramos desde fines del 2016 y la ausencia de una política exterior soberana. Estos son los temas estructurales que deberían haber estado en la agenda de los 18 candidatos y partidos políticos – número inédito y vergonzoso en la historia electoral del país – que postulaban a la presidencia para el periodo 2021-2026.

Sin embargo, en los debates realizados, en las campañas de propaganda política y en los planes de gobierno presentados al Jurado Nacional de Elecciones JNE – salvo en el caso de la candidata de izquierda Verónica Mendoza y de Pedro Castillo -, estos temas brillaban por su ausencia o eran abordados a desgano y sin sustento técnico. La mayoría de los candidatos priorizaron las puyas, la respuesta a las mismas, las propuestas populistas para ganar votos y el desprecio por los electores.

Debemos reconocer nuestro país

Dados los resultados electorales de la 1ra vuelta, considero que, especialmente las organizaciones de la izquierda institucional, debemos comenzar a “cevichear” en la costa y los mares, “acullicar” en la sierra y sus humedales y “masatear” en la selva y sus bosques, para conversar y encontrarnos con el Perú real que no conocemos nosotros y que si conocen los maestros de escuela y los ronderos. Debemos reconocernos para seguir luchando por un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo post pandemia, no volviendo a la normalidad. 

Considero que es buen momento para recordar la muchas veces citada frase de don Jorge Basadre Grohmman: Los tres grandes enemigos que han impedido la consolidación de la promesa peruana son los Podridos, los Congelados y los Incendiados. Los Podridos han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e instituciones al servicio de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe. Los Incendiados se queman sin iluminar, se agitan sin construir. Los Podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata. Toda la clave del futuro está allí: que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos” (Perú Problema y posibilidad, 1929). 

Considero que todos y todas queremos que nuestro país no sea ninguna de estas tres cosas y estoy convencido que una manera de encaminarnos hacia el futuro es derrotando la propuesta fujimorista y logrando que el profesor Pedro Castillo gane a la representante de la mafia con una diferencia notable y contundente, de entre 10% y 15% de diferencia. Para ello, debemos evitar tres de los cuatro escenarios que menciona el analista Carlos León Moya, en un artículo reciente que son:

  1. Escenario 1: Castillo vence a Fujimori con estrecho margen, con lo que su gobierno será más de lo mismo y hacia diciembre, tendrá un gobierno mediocre, que no satisface expectativas y caos político-social como resultado;
  2. Escenario 2: Castillo triunfa, pero atrapado por este estrecho margen, con un pueblo no movilizado ni organizado sino en expectativa pasiva, sin lograr instalar la Asamblea Constituyente por el bloqueo congresal, con la pandemia haciendo estragos y con las FFAA mirando sin intervenir;
  3. Escenario 3: Castillo en victoria relativa el 6 de junio, con una amplia diferencia respecto a la mafia, pero con un congreso en contra que, pese a ello, acepta convocar a una Asamblea Constituyente, pero la elección resulta con mayoría conservadora y no se puede realizar los cambios deseados y prometidos: “aún así, es un triunfo para Castillo y ha logrado el sueño de todo izquierdista: ponerle fin a la Constitución de Alberto Fujimori”;
  4. Escenario 4: Castillo tiene una victoria total con un sólido 15% y con ello intenta construir una base social más amplia viajando por el país, mientras los sectores conservadores y mafiosos no se resignan, no logran vacarlo, pero Castillo si logra convocar una Asamblea Constituyente con mayoría favorable a las propuestas del pueblo.

 

Este cuarto escenario sería el más favorable al pueblo peruano, en el que: “La oposición, torpe, solo tiene una carta: el miedo. Lo repite la prensa, el Congreso, los empresarios. Ya no les sirve, pero insisten. No se dan cuenta de que así sólo cavan su propia tumba. Castillo dijo que cambiaría la Constitución y a eso se dirige. Todo le es favorable. De forma desesperada, el Congreso intenta vacarlo. Como en noviembre del 2020, intentan que las Fuerzas Armadas se plieguen. No lo consiguen, obtienen el efecto contrario: Castillo se mantiene en el poder y consigue un inusitado respaldo popular. Es el nuevo orden que nace contra el viejo orden que se niega a morir. Le dieron la excusa perfecta para terminar con ellos. Cierra el Congreso. La Asamblea Constituyente va. Podría tener mayoría absoluta”

Con este cuarto escenario y el pueblo de las ojotas y el sombrero, de los indígenas de la sierra y la Amazonía, de los agricultores y ronderos, de los pobladores de los cerros en las ciudades movilizados organizadamente, el Perú ya no será una charca, un páramo y una enorme fogata, sino una posibilidad, tal como sucedió en Bolivia con el MAS, en Brasil con el PT, en Uruguay con Frente Amplio, en Ecuador con la Revolución Ciudadana, en Venezuela con el PSUV de Chávez, en México con Morena, etc.

Punto de inflexión 

Estamos pues en un punto de inflexión dramático con muchas dudas . Pedro Castillo y Perú Libre no han presentado hasta ahora un Plan de Gobierno que sea coherente y tampoco un equipo técnico de gobierno. Y algunas esperanzas fundadas, confrontando las siguientes seis plagas y no sólo una. Estas plagas esperamos que puedan comenzar a tratarse con liderazgo, convicción, equipo y ética democrática, a partir de los resultados electorales del 6 de junio (2da vuelta) del 2021, con el profesor Pedro Castillo a la cabeza:

  1. El Coronavirus del COVID 19, sus diversas cepas y secuelas que nos enferman y matan por decenas de miles desde marzo del 2020, que no se le ha enfrentado con una política sanitaria coherente, con criterio, lógica, sentido común, transparencia y equidad.
  2. El neoliberalismo extractivista salvaje, desde hace 30 años, con sus impactos, ideológicos, sociales, ambientales, económicos, laborales, culturales y sobre la vida de las personas, de manera asimétrica, especialmente sobre las más pobres, que no ha sido respondido con políticas de Estado.
  3. El cambio climático, con sus secuelas ambientales sobre el agua, los mares, los bosques, la biodiversidad, la agricultura, la Amazonía, las industrias, la multiculturalidad y las gentes de nuestro país, frente al cual no se ha respondido con una Política de Estado integral y coherente, buscando cumplir con los compromisos de París 2015.
  4. El crimen organizado y su presencia persistente en sus diversas formas no solo drogas, directamente asociados a la corrupción pública y privada, que impacta sobre la seguridad y ética de las personas y el país, frente al cual no se ha respondido con políticas públicas preventivas, proactivas, comunitarias, sociales y de inteligencia, sino casi exclusivamente a través de medidas penal-represivas y policial-militares.
  5. La Crisis de Estado, no solo política o de régimen, en la que nos encontramos al menos desde finales del 2016, con el persistente proceso de destrucción institucional de lo público, frente al que la única salida en el corto-mediano plazo es marchar hacia un nuevo pacto social constitucional, construido desde abajo y adentro.
  6. La ausencia de una política exterior de Estado que sea soberana y no adscrita a los dictados de Washington con Trump antes y ahora con Biden, como ha sido la creación del Grupo de Lima contra Venezuela, el apoyo irrestricto a los desatinos de la OEA frente a ese país, Bolivia y Brasil, la no defensa del Acuerdo de Escazú, la inhibición frente a los Derechos del Mar, el no pronunciamiento respecto al contagio de la cepa brasileña de Bolsonaro, la inoperancia frente a la adquisición de vacunas y el “vacunagate”, la desastrosa política de fronteras, etc. Lo mencionado muestra la inexistencia de una Política de Estado Soberana en nuestras relaciones con el exterior.

(No) Volver a la normalidad

La pandemia del coronavirus ha generado una crisis humanitaria, sanitaria, económica, social, ambiental, política e internacional, generando que nuestra mirada de la realidad nacional y mundial haya cambiado. Un microorganismo que ni siquiera alcanza la categoría de ser vivo ha puesto de rodillas a los seres humanos y su sobrevalorada civilización “occidental y cristiana” pero también a otras realidades. Como en todo proceso histórico, habrá naciones, sociedades y regiones que saldrán relativamente mejor libradas que otras, pero no será el caso del Perú si retornamos a la “ Normalidad”. A pesar de la temprana y drástica cuarentena, los resultados positivos no nos han acompañado, mostrando la naturaleza profunda de la paradoja peruana, que han sido los mejores índices macroeconómicos del continente junto a los peores índices en materia de salud, educación y seguridad.

El modelo de gobierno que hemos aplicado con la soberbia de los poderosos en las últimas décadas ha terminado revelando sus límites y contradicciones. La visión del país emergente rumbo al primer mundo que se materializaría con el acceso a la OCDE, ha dado paso al Perú desfalleciente de estos meses, un país de frágil institucionalidad y escindido por la desigualdad que se acentuará más aún con la recesión de -12% del PIB al en el año 2020 y similar en el 2021. Hemos descubierto finalmente que el crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo nacional. Y que los resultados de esa confusión mayúscula son, de un lado, un Estado burocrático, ineficiente y corrupto incapaz de proveer de servicios públicos mínimos a sus ciudadanos, y de otro lado, la onerosa informalidad de más del 70% de peruanos impedidos de alcanzar mejores condiciones de vida acordes con su dignidad de ciudadanos.

El terremoto del 11 de abril

Como señalamos al principio, los resultados electorales del 11 de abril nos dejan algunas cosas claras y otras no tanto en medio del desconocimiento que tenemos de nuestro propio país, al menos los de la izquierda institucional, pero mucho más alejados están los de la derecha institucional y el centro vacilante. Es decir, aquellas configuraciones políticas que, antes de la primera vuelta electoral, figuraban en las encuestas y aparecían en los medios ahora han tenido una mala performance. Arriesgamos algunas hipótesis, partiendo de la pregunta ¿Por qué el Perú empobrecido votó por Pedro Castillo y también por Keiko Fujimori? La primera respuesta la podemos ver en un dibujo de Carlín: empobrecidos de izquierda que votaron por Pedro Castillo y empobrecidos de derecha que votaron por Keiko Fujimori, a los que se suman los políticos de izquierda y de derecha que viven en barrios de ricos y de sectores medios.

Los resultados de la primera vuelta electoral son los que hemos sistematizado en el siguiente cuadro, en el que figuran sólo aquellos partidos que “pasaron la valla electoral”, es decir que obtuvieron más del 5% de los votos válidos. Terminado el primer momento electoral, entramos ahora a la llamada segunda vuelta debido a que ninguna organización política alcanzó la mayoría de los votos válidamente emitidos que, según la Ley electoral, es de 50% más uno. La derecha se presentó dividida, con partidos extremadamente conservadores con posturas fascistas y también los que se autodenominaron de centro izquierda como Acción Popular o centro derecha como Alianza para el Progreso, Victoria Nacional y el Partido Morado. Los primeros meses, estos partidos encabezaron las encuestas para después ir cayendo a medida que la izquierda, representada por la alianza Juntos por el Perú iba presentado sus propuestas, su equipo técnico y su candidata Verónika Mendoza, aparecía en giras, reuniones y declaraciones públicas sobre lo que haría si era elegida presidenta del Perú.

Las conclusiones claras de estos resultados son cinco: 1) ninguna fuerza política logró ser elegida para la presidencia en la primera vuelta; 2) los dos mayormente votados, como nunca antes, no llegan al 30% de la votación válida a nivel nacional; 3) del total de organizaciones políticas inscritas 15 de ellas perdieron su inscripción; 4) se ha elegido un congreso totalmente fraccionado entre 10 organizaciones políticas, con lo que darle gobernabilidad al nuevo gobierno será muy difícil; y, 5) la suma de fuerzas antifujimorista en el Congreso será de 41 congresistas y la del fujimorismo y sus aliados será de 42 congresistas, de izquierda y centro izquierda

 

Resultados de votación nacional por partidos políticos que pasaron la valla electoral y congresistas electos en las elecciones generales del 11 de abril 2021

 

Candidato/a Partido Tendencia

Política

Votos

Presidente

% Votos

Congreso

% Congreso
Pedro Castillo PL Izquierda 2,724,752 18.9 1,674,655 16.7 37
Keiko Fujimori FP Ultraderecha 1,930,762 13.4 1,174277 11.7 24
Rafael López Aliaga RP Ultra derecha 1,692,279 11,7 1,023,156 10.2 13
Hernando De Soto APaís Ultra derecha 1,674,201 11.6 860,642 8.6 7
Yhony Lescano AP Centro Izquierda 1,674,201 9.1 924,973 9.2 16
Verónica Mendoza JP Izquierda 1,132,577 7.0 701,133 7.0 5
César Acuña APProg Centro derecha 867,025 6.0 676,849 6.8 15
Daniel Urresti PP Ultra derecha 812,721 5.6 704,151 7.0 5
Julio Guzmán PM Centro derecha 325,608 2.3 542,962 5.4 4
Daniel Salaverry SP Centro derecha 240,234 1.7 420,409 4.2 5
Otros       15.7      
Votos válidos     14,400,630 100.0 10.014.997 60.6 130
Votos en blanco     2,190,059 81.3 4,306,815 26.0  
Votos nulos     1,123,027 12.4 2,211,305 13.4  
Votos emitidos     17,713,716 100.0 16,533,177 100.0  

Fuente: Oficina Nacional de Procesos Electorales ONPE.

Elaboración: Hugo Cabieses, 3.5.2021

 

Más abajo, bien abajo en las encuestas antes del 11 de abril, estaba con humildad el profesor Pedro Castillo representando a Perú Libre, una facción de la izquierda radical fundado por el médico provinciano, ex gobernador de Junín, Vladimir Cerrón, quien tiene condena a cuatro años de prisión suspendida y el pago de una reparación civil de 850 mil soles por mal manejo de fondos, con un programa que considerábamos vacío, lleno de imprecisiones y radicalismos, cuyo objetivo era alcanzar el 5% de la votación para no perder su inscripción legal ante el Jurado Nacional de Elecciones. La derecha se encargó de demoler a la candidata de Juntos por el Perú y Verónika Mendoza, quien recibía acusaciones de todo tipo, desde terrorista hasta que haría del Perú otra Venezuela o Cuba. Era identificada como la principal amenaza que cambiaría el modelo neoliberal instalado en el Perú por el corrupto Alberto Fujimori.

Es así como, dos semanas antes del 11 de abril, los medios de comunicación controlados por la derecha comenzaron a darle cabida a Pedro Castillo, cuyo objetivo era dividir a la izquierda y restarle la posibilidad a que Verónika Mendoza pasará a la segunda vuelta para disputar la presidencia de la República. Pero resultó que Pedro Castillo comenzó a ocupar un pequeño espacio en la campaña, la derecha no midió que detrás de él estaban los pueblos olvidados, nunca atendidos y que arrastraba factores que nadie los observó cómo posibilidad en la campaña: el antropológico, el social y el político. Frente al hartazgo de la población, la pérdida de confianza en la clase política y el olvido histórico del Ande, estos tres factores se unieron para darle a Castillo un lugar expectante en las elecciones nacionales. El pueblo no ha votado por el partido Perú Libre que se define Marxista, Leninista y Mariateguista, según su creador Vladimir Cerrón, sino por Pedro Castillo, el profesor rural, que vive en un distrito de Tacabamba, en la provincia de Chota-Cajamarca, un lugar olvidado en los Andes y de vocación agrícola.

Perfil de Pedro Castillo

El profesor Pedro Castillo, en lo antropológico, se levanta a las seis de mañana para dar de comer a sus gallinas, se pone el arado al hombro y cuelga en el otro el yugo para ir a su parcela, arma la yunta y ara la tierra para cultivar. Su esposa se levanta igual muy temprano y lo primero que hace es amarrar la vaca y sentarse a ordeñar los cuatro o cinco litros de leche de una vaca manejada sin tecnología, pero con el cuidado de una familia común y corriente del Ande. Pedro pertenece a las rondas campesinas, organización para cuidar el pequeño patrimonio de las familias comuneras y hace rondas nocturnas con otros comuneros para evitar la llegada de ladrones y abigeos y guardan el orden por que la policía no llega ni se asoma a esos lugares. Aparece la identidad del pueblo olvidado del Perú, “es mi igual, quiero que me represente y gobierne para mí” es andino y los que migraron del campo a la ciudad. En la imagen de Pedro está el papá, la mamá, la comunidad y el olvidado pueblo que dejaron. En Pedro está la identidad de los abandonados por los gobiernos, del profesor rural que le enseña a leer y escribir a niños con la carita de la mayoría de los hijos de los ciudadanos olvidados del Perú, por el centralismo y el poder neoliberal que se preocupa por el gran capital.

Pedro Castillo es socialmente hablando, dirigente gremial, cansado de la manipulación al Sindicato de Profesores que controla Patria Roja. Lideró una marcha de profesores hacia Lima en el 2017 para protestar por el trato al magisterio, estuvo en negociaciones sentado en la mesa con congresistas, con la ministra de educación. Se equivocó en sus planteamientos conservadores respecto al rol de la mujer y el currículum educativos para los niños y jóvenes, pero fue reconocido por el magisterio. Es el profesor que levantó su voz por las constantes manipulaciones al sindicato de profesores que controla Patria Roja. Hacía tiempo que el magisterio ya no los aceptaba como sus dirigentes y existe hasta ahora una muda oposición que tomó la palabra con Pedro Castillo.

Políticamente Pedro asumió el reto de ser el candidato de Perú Libre. El maestro humilde no aparecía en las encuestas, estaba en los últimos lugares y en la primera oportunidad, en el debate público del 29 de marzo, con el sombrero puesto, Pedro presentó sin inmutarse varios de los puntos del programa de Veronika Mendoza, con firmeza, sin muchos adornos, pero de manera directa y contundente. Apareció el candidato y se alinearon los tres factores, concentrando las preferencias del pueblo. La derecha hizo su trabajo y cambió al contrincante para la segunda vuelta, sin embargo, difícilmente el pueblo desconoce la identidad que representa Pedro, su trabajo social de dirigente gremial y la identidad antropológica que significa. Si Pedro gana las elecciones, el conjunto de técnicos de la izquierda deberían ofrecer sus servicios para construir el equipo que se necesita para encarar esta oportunidad. Una mala gestión significará una derrota estratégica para la izquierda por unos 20 años más de neoliberalismo y estará recargado.

Cambio de modelo 

Para cambiar el modelo económico, plantea formular una nueva Constitución Política del Perú, que dote al Estado de un activo rol empresarial y regulador del mercado, según se indica en el plan de gobierno del candidato que habría obtenido el primer lugar en las elecciones presidenciales, de acuerdo con el conteo de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) al 66% de actas procesadas. Pedro Castillo plantea el cambio del modelo económico conocido como Economía Social de Mercado como está en la Constitución fujimorista de 1993 hacia otro denominado Economía Popular con Mercados, que consiste en:

  1. Nuevo rol económico del Estado. Debe estimular la creación de la riqueza, siempre que esta no surja, ni conlleve, la explotación, trata de personas, recorte de los derechos laborales, contaminación ambiental, evasión tributaria, violación de derechos laborales y fundamentales, inseguridad ciudadana, corrupción, contratos lesivos al Estado, lesión de valores y principios sociales, etc.
  2. Estado empresario. Liberar al Estado para que pueda crear empresas y competir equitativamente con el empresariado privado: el Estado no puede estar ajeno a los beneficios del mercado en pro de generar bienestar para su pueblo.
  3. Competencia. Será obligación del Estado no solo combatir los monopolios privados, sino prohibirlo por completo: “La exclusividad del manejo de algunos recursos estratégicos solo puede ser reservados para el Estado peruano en salvaguarda de los intereses nacionales en materia de economía, soberanía, seguridad, energía, alimentación y otros que lo ameriten”, se señala.
  4. Contratos con trasnacionales. Se establece que el Estado peruano no podrá contratar a transnacionales bajo fórmulas que resulten lesivas, revisar los contratos ley que brindan seguridad jurídica y tributaria a la inversión privada. Para ello, se deberá cambiar el artículo 62 de la Constitución vigente: “Deben revisarse todos los nefastos contratos-ley que han sido en realidad la libertad para el saqueo del pueblo peruano. Esta medida permitirá renegociar la proporción del reparto de utilidades”. De esta manera, indica, se busca incrementar los ingresos del Estado para así luchar contra la pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, construir carreteras, etc.
  5. Impuestos sin excepción. Ninguna empresa podrá ser exonerada de impuestos, como renta, canon, sobrecanon, regalías, derechos de vigencia, entre otros.
  6. Invertir en Perú. Parte de las ganancias que obtengan las transnacionales y algunas grandes nacionales deberán invertirse en el Perú.
  7. Estatizar sectores estratégicos. Estas medidas podrán adoptarse si las empresas que mantienen contratos con el Estado en sectores clave no aceptan las nuevas condiciones de negociación. Los sectores son minería, gas, petróleo, hidroenergía, comunicaciones, entre otros.
  8. Renegociar y pagar la deuda. Plantea priorizar el pago de la deuda interna del país con los trabajadores (como la deuda social), así como renegociar la deuda externa y cancelarla para “salir de la dependencia económica y financiera”

Las brechas económicas

La experiencia que he tenido o estudiado sobre el manejo de la cosa pública en términos macroeconómicos y de producción, como son los casos de Perú (1975-1980), Nicaragua (1979-1986) y Bolivia (2006-2010), me dice que es indispensable cuidar en el mediano y largo plazo un conjunto de balances para que la economía no se desboque cayendo en una espiral incontenible de inflación, devaluación, desplome de salarios, desempleo, aumento de la pobreza y otros. Se trata de los balances en torno a los cuáles se pueden producir brechas, que hay que manejar adecuadamente en “tiempos normales” pero más aún en “tiempos de guerra” como los que estamos atravesando.

Además de impulsar la necesidad de cambiar el modelo de consumo, de producción de bienes y servicios, de generación y uso de energía y de uso sostenible de los recursos naturales, principalmente agua, mares, bosques, biodiversidad y conocimientos ancestrales, que la actual constitución política de 1993 no protege, en el corto y mediano plazo las principales brechas que se presentan y es necesario mantener equilibradas son las siguientes:

  1. Brecha de Demanda-Producción que es el existe entre lo que se produce en el país y lo que consume la población, tanto en bienes como en servicios. Cuando por diversas circunstancias, naturales o provocadas, internas o externas, la producción u oferta es menor que el consumo o demanda, se produce un desbalance y normalmente se recurre a endeudamiento interno y/o externo para poder disminuirla o cerrarla, De no ser así, la economía se desliza hacia procesos inflacionarios e hiperinflacionarios, como hemos tenido en el país hasta principios de los noventa.
  2. Brecha de Ahorro-Inversión, que es cuando el ahorro nacional de las empresas y personas no ha podido financiar los gastos de inversión pública y privada, ya que las familias están consumiendo todo lo que podrían ahorrar y las empresas consideran que no tienen incentivos suficientes para invertir y por lo tanto el ahorro, que son las utilidades retenidas, lo utilizan improductivamente o lo fugan hacia paraísos fiscales en el exterior. Al mismo tiempo el esfuerzo de inversión que realiza el Estado no puede ser financiado mediante la diferencia entre los ingresos a través de impuestos directos e indirectos y los egresos en gastos corrientes y de inversión. Es lo que ha estado sucediendo en el país desde hace 30 años, con fugas monstruosas de capitales y déficits persistentes.
  3. Brecha Fiscal que es cuando los ingresos corrientes del Estado a través del cobro de impuestos directos e indirectos, no alcanzan para cubrir los gastos corrientes y de inversión, debido básicamente evasión y elusión, provoca que la presión tributaria en el país sea de las más bajas de América Latina – de 12 a 14% del PBI en promedio – con lo que se debe recurrir a endeudamiento externo para cubrirla.
  4. Brecha Monetario-Financiera que se produce cuando la emisión de dinero o “maquinita” no se condice con los niveles de producción de bienes y servicios, con lo que de inmediato se presiona sobre las tasas de inflación, de cambio y tasas de interés. Es obligación del BCRP velar porque no se produzcan devaluaciones de la moneda e inflación desbocada, siempre en coordinación con el Ministerio de Economía y Finanazas MEF. Para ello es indispensable mantener la independencia del BCRP y que su directorio y gerencias esté conformado por gente idónea y técnica de alto nivel.
  5. Brecha Externa en la que los ingresos por exportaciones no son suficientes para importar los insumos, maquinarias y alimentos necesarios para producir. A esto se agrega una balanza de servicios que es consuetudinariamente negativa y un saldo negativo en el ingreso de capitales a largo plazo.
  6. Brecha Empleo-Ingresos es cuando la oferta de empleos son inferiores a la cantidad de personas de la población económicamente activas PEA que demandan trabajo e ingresos y, al no encontrarlos, pasan a constituirse en desempleados o a conformar el sector informal de la economía, que en el Perú era del 73% de la PEA antes de la pandemia. Esta brecha agranda la de ingresos y por lo tanto la cantidad de empobrecidos aumenta, gracias a las políticas laborales y de producción que impulsa el gobierno y el sector privado.
  7. Brecha Recursos Naturales es cuando existe un sobre uso de los recursos naturales, principalmente agua, bosques, mares, tierras y biodiversidad, con lo que se arriesga el futuro de la nación.

 En un eventual gobierno del profesor Pedro Castillo, es indispensable el manejo adecuado de estas brechas ya que los desequilibrios que se produzcan en ellas, llevarán a un callejón sin salida al gobierno y a una situación insostenible en el tiempo. Para ello, es indispensable que tanto el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), como la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (SBS) y otros organismos reguladores, mantengan un alto nivel profesional técnico e independencia respecto al Poder Ejecutivo y Legislativo.

Medidas para los 100 primeros días

En los primeros 100 días del gobierno del profesor Pedro Castillo, se deberían adoptar al menos las siguientes 20 medidas que fueron propuestas desde el grupo de economistas del Movimiento Nuevo Perú MNP:

  1. Cuidar la vida
     
  2. Vacunas, lo que implica la firma de contratos y un despliegue logístico de todo el Estado para asegurar las dos dosis a toda la población del Perú al más breve plazo.
  3. Oxígeno gratuito para todos que es utilizar todos los recursos públicos y privados disponibles, inversión urgente para que cada hospital y cada provincia tengan una planta de oxígeno.
  4. Reactivación de la salud pública implementando 1,000 centros de salud con médicos, medicinas y participación comunitaria, asegurando la derivación a hospitales cuando sea necesario.
  5. Plan Micaela, lo que implica iniciar la implementación del Sistema Peruano de Cuidados SPC con guarderías, centros de adultos y talleres para niños, reconociendo el trabajo de cuidado duplicado y profesionalizando de CunaMas.
  6. Pensión Mujer que significa duplicar el monto de pensión 65 y priorizando a 300 mil mujeres reconociendo el trabajo doméstico y de cuidado femenino a lo largo de la vida.
  7. Generar trabajo para la gente
  8. Plan Chamba para la generación de 200 mil empleos temporales en obras en cada distrito.
  9. Reactivación económica inmediata con la entrega de S/,15,000 millones en 2 bonos y ayuda alimentaria a las familias para activar el mercado de microempresarios e industria nacional.
  10. Apoyo a emprendedores e inicio del programa de S/. 30,000 millones de crédito, en especial a PYMES a 1% de interés anual y 2 años de gracia adicional para créditos de Reactiva Perú.
  11. Chamba Joven por el que el Estado cubre la seguridad social del primer contrato de los menores de 30 años y se inicia un programa masivo de capacitación.
  12. Gas barato en casa: Revertir la reciente alza de precio del gas, masificar el acceso de hogares, transporte e industrias al GNV y recuperar la soberanía sobre nuestro gas natural.
  13. Programa Compra alimentos peruanos: que articulará al menos un millón de familias del agro con más de tres millones de familias urbanas de menores ingresos.
  14. Creación del Banco de Fomento Rural y Agrario: para garantizar crédito productivo, apoyo técnico y riesgo como parte de nuestra propuesta de segunda reforma agraria.
  15. Apuesta es por el futuro de todos y todas
     
  16. Programa Educonecta con plan de datos de internet gratuito de 15 Gb mensuales para educación virtual y ramificación de la red dorsal asegurando el acceso universal a la internet.
  17. Plan de retorno seguro a las escuelas, priorizando vacunación a maestros, consulta a la comunidad educativa según territorios, infraestructura y equipos para control sanitario.
  18. Nombramiento de los primeros 10 mil maestros de un total de 50 mil y pago de horas extras a maestros por el trabajo adicional desempeñado.
  19. Relanzamiento de las universidades públicas, con ingreso gratuito, ampliación de vacantes y plan de mejora de la calidad.
  20. Conformación del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología.
  21. Perú sin corrupción: fortalecimiento del sistema de justicia y lucha contra la corrupción, cobro de reparaciones civiles a corruptos. Inicio de la Reforma Policial y lanzamiento de campaña nacional para el fortalecimiento de las juntas vecinales y rondas para la participación ciudadana en la lucha contra el delito.
  22. Referéndum y Asamblea Constituyente. Presentación de Proyecto de Ley para convocatoria a Referéndum sobre necesidad de Nueva Constitución, su elaboración por una Asamblea Constituyente y su aprobación por la ciudadanía.