Como era predecible, volvió a aumentar el índice de precios de los alimentos en el tercer mes del año. Incrementos que iniciaron desde 2020 en medio de la pandemia mundial, continuaron su ascenso en 2021 a punto de romper el histórico anual de 2011, y coincidiendo con una nueva crisis energética; para finalmente sumar 17,9 puntos, correspondiente a un incremento del 12,6 % entre febrero-marzo y, 33,6 % más que hace un año. Este último, cercano, al más elevado de la historia que, según registros de la FAO, se remontan a 1973 y 1974.
La crisis energética y el precio de los alimentos: de 1973 a 2021
En el caso particular del mes de marzo de 2022, coincidente con el inicio de la Operación militar rusa en Ucrania, el alza de los precios internacionales de los alimentos, entre los que destacan las principales materias primas alimentarias de consumo mundial, volvieron a alcanzar récords históricos en cuanto a su índice, que se ubicó en 159,3 puntos en promedio, correspondiente nuevamente, a un nivel más elevado de todos los tiempos (2011), y superior a los 141,4[1] alcanzado en febrero pasado.
Índice, con respecto al año anterior, que responde a un crecimiento del 33,6 %, muy cercano al mayor registro histórico entre 1972-73 y 1973-74 del 36 % y 43 % respectivamente, alcanzado en medio de lo que se denominó la Primera crisis del petróleo de entonces, relacionada con el embargo petrolero a los países que habían apoyado a Israel durante la Guerra de Yom Kippur. Entre ellos, Estados Unidos.
Después de la Primera Crisis del Petróleo o energética de 1973-74, se registra otro incremento del precio de los alimentos en 1979, en medio de lo que se llamó la Segunda crisis del petróleo, en concordancia con los sucesos de la Revolución Islámica de Irán, durante la cual, los precios del crudo se incrementaron en un 128% y, la posterior Guerra de Irán-Irak. Como consecuencia, aumentaron los alimentos en 65 puntos.
Posteriormente, han sucedido picos leves en el incremento de los precios de alimentos en los años relacionados a la Caída del Muro de Berlín, la Invasión a Kuwait, o la Guerra del Golfo, entre 1988 -1990, de la época post Guerra Fría, incluyendo 1995-1996. Y con excepción del año ochenta y ocho, todos acompañados por el aumento del precio del petróleo.
Desde allí, hasta el 2003, en medio de la tensión, crisis y finalmente la Invasión de Estados Unidos a Irak en 2004, es donde nuevamente se reflejan aumentos significativos del precio del petróleo y los alimentos.
Sin embargo, desde los años 70, los mayores incrementos de precios de los alimentos se registran durante la Crisis financiera mundial (2007-08) que disparó el precio de los hidrocarburos y posteriormente, la caída de los precios del petróleo en 2009 generó en 2011, una de las mayores alzas de precios (alimentos y petróleo) y, en medio de la Invasión a Libia.
Desde entonces, es durante el segundo año de la pandemia mundial por la Covid-19 y el inicio de la nueva crisis energética del 2021, que se registraron uno de los mayores aumentos en el precio del petróleo y, por ende, de los alimentos en un año, correspondiente al 68 % y 28 %, respectivamente, que no paró en enero de 2021. Indicando que, al comienzo del conflicto bélico, se gestaba la nueva crisis alimentaria mundial (ver imagen 1).
De la guerra y las sanciones
A finales de febrero de 2022, comienza la Operación militar rusa en Ucrania, acompañada por las cinco mil quinientas treinta y dos sanciones a Rusia, de las cuales el 50 % fueron impuestas entre Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido, en sólo 15 días[2] (ver imagen 2); siendo uno de los principales objetivos, impactar negativamente en el sector energético del país, que sin duda, generará disrupciones en el suministro a nivel mundial, porque es Rusia el tercer productor de petróleo del mundo y el segundo de gas[3].
Y, de dónde se originan las mayores exportaciones mundiales de fertilizantes, después de China, y de materias primas alimentarias, entre otros suministros agrícolas que impactarán en la seguridad alimentaria mundial.
Además, según la FAO, las dificultades financieras y de transporte ya están obstaculizando las exportaciones de cereales de la Federación de Rusia. Aunque sin mencionar la escalada de sanciones. Mientras, “cree que los cierres portuarios en Ucrania están limitando notablemente las exportaciones del país” afectando particularmente al trigo y al maíz[4].
En torno al caso, el propio Presidente de la Federación de Rusia alertaba desde los primeros días de marzo en torno a las sanciones, consideradas una declaración de guerra que, “si siguen creando problemas para el financiamiento y la logística de la entrega de nuestros bienes, los precios subirán y esto afectará el producto final, los productos alimenticios”; haciendo énfasis en los fertilizantes, sobre los cuales, no recaen directamente sanciones, mas sí, sobre el sector financiero y la cadena de suministros, que afecta la capacidad de exportación de los mismos.
Mientras que el Presidente estadounidense, en la Cumbre extraordinaria de la OTAN, afirmaba a finales del mismo mes: “la escasez de alimentos… va a ser real”, adelantando que “el precio de las sanciones no solo se imponía a Rusia, también se impone a muchos otros países”. Dejando claro, lo que se está poniendo en juego en relación con el tema de la seguridad alimentaria mundial, que orbita más allá del campo del conflicto, utilizando como siempre a los alimentos como munición de guerra.
E inmediatamente, la vicesecretaria de Estado de Estados Unidos Wendy Sherman, desde la palestra de la ONU, imponía un nuevo relato, acusar “solo a Rusia y al presidente Putin de la creación de esta crisis alimentaria mundial”[7]. Como si el alza de los precios de la energía y por ende, de los alimentos no estuvieran disparados desde 2021, con impactos negativos en la inflación histórica que se vive en el propio país norteamericano.
Además, porque es justamente Estados Unidos quien gastó 300 millones de dólares al día durante 20 años de Guerra en Afganistán, sin acabar con los talibanes y dejando al país en una de las peores crisis alimentarias del planeta, el 42 % de la población en emergencia alimentaria, y cuyo requerimiento de ayuda humanitaria solicitado por ACNUR para atender a los hambrientos afganos durante 2021, eran sólo 4,33 días de guerra.
Un día después, de las declaraciones de Sherman; Dmitri Medvedev[8], vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, el mismo que advirtió en 2021 la inminente crisis alimentaria mundial en camino, porque “los costos de los alimentos estaban aumentando en todos los ámbitos, y la inflación de los alimentos se estaban acelerando”; tomando en cuenta, la magnitud de la exportación de los productos agrícolas rusos publicó: Mi comida contra sus sanciones.
En esta publicación aseveraba: “la seguridad alimentaria de muchos países depende de nuestros suministros. Resulta que nuestra comida es nuestra arma silenciosa”. Dejando claro que, sus productos nacionales “son suficientes para satisfacer plenamente sus necesidades domésticas” y, es su prioridad.
Arma (alimentos y cultivos) que se utilizaran para sortear las sanciones, y se venderá “tanto por rublos como por moneda nacional en proporciones acordadas” solo a los países amigos, no a los enemigos; agregando: “y no les compraremos nada (aunque no compramos desde 2014)”, haciendo referencia al inicio de las Medidas Coercitivas Unilaterales impuestas por Estados Unidos, al declarar a la Federación de Rusia “amenaza inusual y extraordinaria a su seguridad nacional”.
Evidencia del arrastre de los suministros alimentarios en la disputa actual y cuales son los actores principales en la contienda. Acompañado por la prensa occidental[9], que comienza a imponer el relato de una “crisis alimentaria mundial”, generada exclusivamente por Rusia desde finales de febrero, haciendo sólo referencia a las limitaciones de importaciones desde Ucrania.
Y por supuesto, entraron en juego, las principales transnacionales del agronegocio del mundo, alertando una crisis alimentaria mundial, impactadas por la disminución de su producción como, por ejemplo, Yara Internacional (Holanda), en el área de fertilizantes.
Sin embargo, hasta la fecha, más de 600 corporaciones mundiales han anunciado su retiro o la reducción de sus operaciones en Rusia[10], aunque algunas siguen ejecutando acciones, entre las que están, las alimentarias o relacionadas al agronegocio mundial como Jhon Deere (EEUU), que comunicó el no envío de maquinarias a Rusia y Bielorusia.
Además, se ha sumado, McDonalds o Starbucks (EEUU). Pero, lo más resaltante, son las grandes transnacionales que controlan el mercado mundial de alimentos[11] como Coca Cola (EEUU), Pepsi (EEUU), Nestlé (Suiza), Mondelez (EEUU), Kelloggs (EEUU),Kraft Heinz (EEUU), General Mills (EEUU), Danone (Francia), Unilever (Reino Unido-Holanda) y Mars (Reino Unido).
Esta última, aclara que reducirán su negocio en Rusia, no importaran ni exportaran sus productos dentro o fuera del país, centrando su papel esencial en la alimentación del pueblo y las mascotas rusas, aclarando que sus ganancias serán destinadas para ayuda humanitaria[12].
Por otro lado, las megacorporaciones del conglomerado ABCD que controla el comercio granario a nivel mundial, como Archer Daniels Midland-ADM (EEUU)[13] anunció la reducción de sus operaciones, Bunge (Holanda)[14] suspendió cualquier nuevo negocio de exportación, Louis Dreyfus Company-LDC (Francia)[15] también suspendió sus actividades en el país, mientras que Cargill (EEUU) informó la reducción de su comercio, para operar sólo instalaciones esenciales de alimentos y piensos, deteniendo el resto de las inversiones, indicando que se dedicará a acciones de ayuda humanitaria a través del Programa Mundial de Alimentos, World Central Kitchen, Cruz Roja, Save the Children, Federación Europea de Bancos de Alimentos, CARE y organizaciones locales[16].
En líneas gruesas, además de usar a los alimentos como munición de guerra, es una forma de seguir utilizando a “alimentos para la paz”, dentro de los principales programas de asistencia alimentaria de EEUU en el extranjero, que permita mantener o expandir permanentemente el food power estadounidense a través de las exportaciones de productos agrícolas con beneficios para ellos. Donde se suman, principales corporaciones poderosas de otros países, que controlan el comercio y el procesamiento de alimentos básicos a nivel mundial.
Del lado ucraniano, Zelenski acusó a Moscú de provocar una “crisis alimentaria intencionada”, al utilizar “el hambre como arma”[17]. En concordancia con el relato que se viene posicionando desde Estados Unidos y filtrando a través de los organismos multilaterales de la ONU y la prensa occidental.
Ante esto, diferentes actores, desde países, transnacionales del agronegocio, representantes de organismos multilaterales de la ONU y ONG, entre otros, solicitan el desbloqueo de puertos en Ucrania, en medio de la guerra, para que los principales exportadores de granos ucranianos[18] (trigo, maíz, cebada) y aceite de girasol, como Núcleo- Kernel Holding (Ucrania), Nibulón (Ucrania), Cargill (EEUU), LDC (Francia) y ADM (EEUU) o Bunge (Holanda), puedan continuar su comercio mundial.
Mientras que, por el otro lado, los puertos rusos en el Mar Negro permanecen abiertos, pero, los comerciantes afirman que las empresas internacionales y los propietarios de barcos son reacios a usarlos debido a la guerra y las sanciones relacionadas.
Los precios de los alimentos: un mes después
Según la FAO, actualmente, los precios han sido impulsados por la subida repentina de los precios mundiales del trigo y los cereales secundarios (maíz, cebada y sorgo), “en gran medida por las perturbaciones relacionadas con el conflicto de las exportaciones de Ucrania y, en menor medida, de la Federación de Rusia”; además de los elevados costos de la energía y los insumos.
En cuanto al aceite, han aumentado todos: los de girasol, palma, soja y colza.
Particularmente el de girasol, aumentó de forma sustancial en marzo, impulsado por la disminución de los suministros para la exportación en medio del actual conflicto en la región del Mar Negro; disparando los precios del resto, por la creciente demanda mundial de importaciones, tras las perturbaciones del suministro de aceite de girasol.
Y aunque manifiesta la FAO, que los valores volátiles y más elevados del petróleo crudo también empujaron al alza los precios internacionales de los aceites vegetales, además de los costos de abastecimiento energético y de los insumos para los cereales, la realidad es que el incremento del precio de los hidrocarburos y de toda la energía requerida para mover el sistema agroalimentario mundial, ha impactado históricamente en mayor o menor medida, en el aumento de los precios de los alimentos, y cualquier afectación o disrupción en su suministro, impacta en los mismos, con la consecuencia del incremento del hambre en el mundo.
Por demás está decir, que aumentaron en marzo, el aceite (23,2 %), los cereales (17,1 %), los lácteos (2,6 %), la carne bovina, porcina y ave (4,8 %), y el azúcar (6,7 %). Sin embargo, los lácteos lo hicieron en menor proporción que en febrero, contrario a los aceites que continuaron la escalada de precios proveniente desde el 2021, mientras que se disparó el de los cereales y comenzó de nuevo, el aumento del azúcar.
En resumen, el incremento es principalmente por el aceite y los cereales, en comparación a febrero, propiciados por lo que considera la FAO, la disminución de las exportaciones desde Ucrania y Rusia, la reducción de suministros y otras provisiones, la creciente y fuerte demanda mundial, la escasez de la oferta, los elevados costos de energía, principalmente del petróleo y, de los insumos.
Por su parte, la soja como materia prima, cerró en marzo con precios por debajo de los 600 dólares. Precio que alcanzó en 2021, y en el cierre de febrero de 2022, en consonancia con el inicio de la guerra.
Sin embargo, es importante destacar que, los aceites vegetales en 2021 evidenciaron notables aumentos del 65,8 % en comparación con 2020, considerado el más elevado de todos los tiempos. E igual comportamiento presentaron los cereales (27,25 %), los lácteos (16,9 %), las carnes en 12,7 % y azúcar en 37,5 %. El más alto de este último, desde 2016.
Planteamientos finales
Como en los años setenta, desde 2021, se vienen denotando mayores incrementos del precio del petróleo en corto tiempo, que refuerzan la crisis energética actual, acompañada por una reducción en la producción y exportación, pudiendo desembocar en una nueva crisis económica de envergadura, y por supuesto, impactar aún más, en la inseguridad alimentaria mundial.
En consecuencia, desde el 2021, el trigo, el maíz, el arroz, la soja, el girasol, la cebada, el aceite, los lácteos, la carne, el azúcar, entre otros alimentos, vienen en una escalada histórica de los precios, con gran inestabilidad y volatilidad, asociados a un cóctel de energía, guerra y sanciones, en medio de la disputa de Estados Unidos por mantener la primacía mundial, que involucra la apropiación, el acaparamiento y el control de los recursos naturales o bienes comunes estratégicos, entre los que están los suministros alimentarios.
Y sí, son los alimentos una munición de guerra. Las grandes potencias occidentales históricamente, así los han utilizado en los conflictos bélicos de carácter convencional y no convencional, para exterminar poblaciones, influir en estas, controlar naciones o hacer colapsar gobiernos, cuándo los suministros alimentarios son convertidos en medio para la desestabilización nacional ¿o mundial? Y no será diferente, en estos tiempos de Gran Guerra que corren.
Referencias
[1] En el mes de febrero 2022, la FAO reportó que el índice de precios de los alimentos se ubicaba en 140,7. Actualmente fue ajustado a 141,4
[2] (Eje Central, 2022) Rusia se convierte en el país con más sanciones en el mundo. [En línea] 09 de 03 de 2022. [Citado el: 24 de 02 de 2022.] https://www.ejecentral.com.mx/rusia-se-convierte-en-el-pais-con-mas-sanciones-en-el-mundo/
[3] (BP, 2021) Statistical Review of World Energy. [En línea] 07 de 2021. https://www.bp.com/content/dam/bp/business-sites/en/global/corporate/pdfs/energy-economics/statistical-review/bp-stats-review-2021-full-report.pdf
[4] (FAO, 2022) Índice de precios de los alimentos de la FAO. [En línea] 06 de 01 de 2022. https://www.fao.org/worldfoodsituation/foodpricesindex/es/
[5] (Televisa, 2022) Sanciones contra Rusia pueden subir precios de alimentos, advierte Putin. [En línea] 10 de 03 de 2022. https://noticieros.televisa.com/ultimas-noticias/sanciones-contra-rusia-pueden-subir-precios-de-alimentos-advierte-putin/
[6] (TheBlaze, 2022) Biden on food shortages: «With regard to food shortage…it’s gonna be real.». [En línea] 24 de 03 de 2022.
[7] (EuroNews, 2022) La crisis alimentaria generada por la invasión de Ucrania es la peor desde la Segunda Guerra Mundial. [En línea] 30 de 03 de 2022. [Citado el: 30 de 03 de 2022.]
[8] (Dmitri Medvédev, 2022) Telegram. Mi comida contra sus sanciones. [En línea] 01 de 04 de 2022. https://t.me/s/medvedev_telegram
[9] (El País, 2022) Las otras bombas de Putin son alimentarias y no caen en Ucrania. [En línea] 26 de 03 de 2022. https://elpais.com/planeta-futuro/3500-millones/2022-03-26/las-otras-bombas-de-putin-son-alimentarias-y-no-caen-en-ucrania.html
[10] (Yale School of Management, 2022) Over 600 Companies Have Withdrawn from Russia—But Some Remain. [En línea] 10 de 04 de 2022. https://som.yale.edu/story/2022/over-600-companies-have-withdrawn-russia-some-remain
[11] No se conoce anuncios sobreAssociated British Foods- ABS (Reino Unido), quienes aseguran que su exposición al conflicto en Rusia-Ucrania es mínimo, porque no dependen del trigo ucraniano, aunque podría verse afectado por los precios. (Reuters, 2022) AB Foods podría verse afectado por la influencia del conflicto de Ucrania en los precios del trigo – jefe de finanzas. [En línea] 28 de 02 de 2022. https://www.reuters.com/business/retail-consumer/ab-foods-could-be-impacted-by-ukraine-conflict-influence-wheat-prices-finance-2022-02-28/
[12] (MARS, 2022) Mars update on Russia and Ukraine. [En línea] 10 de 03 de 2022. https://www.mars.com/news-and-stories/press-releases-statements/mars-update-russia-and-ukraine
[13] (ADM, 2022) ADM amplía el apoyo al pueblo ucraniano y reduce las operaciones en Rusia. [En línea] 11 de 03 de 2022. https://www.adm.com/en-us/news/news-releases/2022/3/adm-expands-support-of-ukrainian-people-scales-down-russia-operations/
[14] (Reuters, 2022) Bunge dice que se suspenden nuevos negocios de exportación de Rusia, continúa la trituración de semillas oleaginosas. [En línea] 10 de 03 de 2022. https://www.msn.com/en-gb/news/world/bunge-says-new-export-business-from-russia-suspended-oilseed-crushing-continues/ar-AAUTUx7
[15] (AG Canadá, 2022) Louis Dreyfus suspende operaciones en Rusia. [En línea] 04 de 03 de 2022. https://www.agcanada.com/daily/louis-dreyfus-suspends-operations-in-russia
[16] (CARGILL, 2022) Declaración de Cargill sobre la situación en Ucrania. [En línea] 30 de 03 de 2022. [Citado el: 06 de 04 de 08.] https://www.cargill.com/story/cargill-statement-on-situation-in-ukraine
[17] (El financiero, 2022) Rusia usa el hambre como arma de guerra: Zelenski. [En línea] 06 de 04 de 2022. [Citado el: 08 de 04 de 2022] https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/2022/04/06/rusia-usa-el-hambre-como-arma-de-guerra-zelenski/
[18] (Share UA Potential, 2021) Los mayores exportadores de granos ucranianos 2021/22. [En línea] 20 de 10 de 2021. http://shareuapotential.com/BE/ukrainian-grains-biggest-exporters-2021.html