La guerra en Ucrania de algún modo hizo público que Rusia y Ucrania representan el 14 % de la producción mundial de cereales y hasta el 29 % de las exportaciones mundiales de cereales. Reveló, además, que aportan el 17% de las exportaciones de maíz y el 14% de la cebada. Mientras occidente fue en busca del tesoro ruso, otros se dieron cuenta que el 76% de los productos de girasol del mundo provienen de estos dos estados. Rusia, además, domina el mercado de los fertilizantes, con una participación global de más del 50%, lo que explica por qué el bloqueo ha causado profundos problemas agrícolas en lugares tan lejanos como Brasil.

La guerra afectó no solo a los sectores del petróleo y el gas, sino también al del níquel. Rusia, sede de Nornickel, un gigante del sector, produjo 195.000 toneladas de níquel en 2021, o el 7,2% de la producción mundial. La invasión, combinada con una mayor demanda de níquel utilizado en líneas eléctricas y vehículos eléctricos, hizo que los precios se dispararan. La industria global de superconductores, que produce calculadoras y chips para computadoras, se vio golpeada con ello.

La industria siderúrgica rusa envía gas neón a Ucrania, donde se purifica para su uso en procesos litográficos como la inscripción de microcircuitos en placas de silicio. Los centros de producción más importantes son Odessa y Mariupol (de ahí la cruenta lucha por estas áreas). Ucrania proporciona el 70 % del gas neón del mundo, así como el 40 % de su criptón y el 30 % de su xenón y sus principales clientes incluyen a todos los países que están en desarrollo de componentes de microelectrónica claves en Alemania, Estados Unidos, China y Corea del Sur.

Otros metales de interés en la crisis incluyen titanio, escandio y paladio. El titanio es estratégico para las aplicaciones aeroespaciales y de defensa, y Rusia es el tercer mayor productor mundial de esponja de titanio, la aplicación específica que es fundamental para el titanio metálico. Utilizado ampliamente en los sectores aeroespacial y de defensa, el escandio es otro metal clave del que Rusia es uno de los tres mayores productores mundiales.

El paladio es de los minerales críticos más notables afectados por la crisis de Ucrania porque es un insumo fundamental para las industrias automotriz y, también, de semiconductores, donde Rusia suministra casi el 37 por ciento de la producción mundial. El paladio ruso ilustra una de las características geopolíticas clave de los minerales críticos: los suministros alternativos a menudo se encuentran en mercados igualmente desafiantes. Por ello es que, a cada paso que da la crisis mundial, emergen nuevas dificultades para desvincular a Rusia de la economía mundial.

Han habido al menos seis conjuntos de sanciones sucesivas, cada una más “agresiva” que la anterior: la eliminación de Rusia del sistema financiero internacional operado por el SWIFT bajo control de la Banca Financiera Globalista; la congelación de las reservas de divisas del Banco Central de Rusia, que ascendían a unos 630.000 millones de dólares; la congelación de $600 millones depositados por Rusia en bancos estadounidenses y la negativa a aceptar estos fondos como parte de pago de la deuda externa de Rusia; la exclusión de los bancos más importantes de Rusia de la City de Londres; y la restricción de depósitos rusos en bancos británicos.

“El paladio ruso ilustra una de las características geopolíticas clave de los minerales críticos: los suministros alternativos a menudo se encuentran en mercados igualmente desafiantes”

Rusia ha respondido prohibiendo la exportación de más de 200 productos, exigiendo pagos en rublos por las exportaciones de petróleo y gas. Llamativamente, ciertas sanciones han fortalecido más bien a Moscú. El embargo sobre el petróleo y el gas ha aumentado los ingresos de Rusia, debido a las subidas de precios que ha provocado, y que se suma al incremento de precios anterior a la Guerra en Ucrania. En 2021, se necesitaban 70 rublos para comprar un dólar. Desde el 18 de julio 2022 solo se necesitan 57, es decir se ha fortalecido el poder de compra internacional de la moneda de Rusia.

Por lo tanto, cuánto tiempo funcionará el “nuevo Telón de Acero” que se intenta imponer desde la OTAN. Alemania ha buscado construir economías mutuamente interdependientes, desde 1991, que ya equivalen esencialmente a un solo sistema económico. Esta agrupación económica tiene un componente occidental (Austria, Suiza, Países Bajos y Bélgica) y uno oriental (República Checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Eslovenia). Los Países Bajos actúan como plataforma global y centro de transporte; la República Checa y Eslovaquia como sedes de la industria del automóvil; Austria y Suiza como productores de tecnología avanzada, y así sucesivamente. Alemania es el centro motor y hegemónico de este bloque. Por lo cual, es clave tener en claro la visión de su papel geopolítico y significado global.

En conjunto, el bloque tiene 196 millones de habitantes de los cuales 83 millones aporta Alemania y un PIB de 7,7 billones de dólares donde Alemania aporta 3,8 billones (49,3%). Esto la convierte en la tercera potencia económica del mundo, más pequeña que EEUU y China, pero más grande que Japón. Esta red de relaciones es especialmente visible cuando observamos el comercio. Las exportaciones alemanas a Austria y Suiza, que tienen una población combinada de 17 millones, ascienden a 132000 millones Euros, en comparación con 122 000 millones Euros a EEUU y 102000 millones Euros a Francia.

En lo que respecta al comercio total con Alemania, Francia (con una población de 67 millones) está detrás de los Países Bajos (con solo 17 millones): 164 000 millones de euros a 206 000 millones de euros. Italia, por su parte, tiene una participación relativa menor que Polonia, a pesar de tener una población mayor (60 millones a 38 millones) y una renta per cápita casi el doble. Dos actores claves estratégicamente en la UE, como Francia e Italia junto a Alemania, tienen grados de participación económica relativa menor en relación al gran motor Alemania.

¿Qué ha ocurrido? Alemania ha profundizado el bloque UE, tomando distancia cualitativa de otros socios europeos a partir de conformar y potenciar su propio bloque económico. Sosteniendo otro vínculo con Italia y Francia que son actores con peso y dinámica propia a la vez que conjunta. Todo esto se despliega en el marco de un hecho clave, Pekín ha convertido en el principal socio comercial a Alemania, con una relación valuada en 246.000 millones de euros.

China también desarrolla una política económica de modo que los otros miembros del bloque alemán también han visto un marcado aumento del comercio con China. Tomando el año clave de 2005 como ´referencia´, el año inmediatamente posterior a la entrada de los países de Europa del Este en la UE, el valor en dólares de las exportaciones mundiales de bienes de Alemania aumentó en un 67%, en el periodo 2005/2021, mientras que su comercio con China se multiplicó por más de cuatro (+ de 400%). En el mismo período (2005-2021), casi se triplicaron las exportaciones francesas e italianas a China, mostrando el peso propio de éstos dos actores claves de la UE y un ritmo de crecimiento muy inferior al del comercio alemán. Lo estratégico común y lo económico diferente.

“Alemania ha profundizado el bloque UE, tomando distancia cualitativa de otros socios europeos a partir de conformar y potenciar su propio bloque económico”

Para los estados del bloque alemán, la integración con Alemania ha generado una verdadera explosión de exportaciones a China, con Alemania no solo allanando el camino para estos estados, sino también estableciendo lazos entre sectores y empresas individuales que a su vez estimulan sus exportaciones locales.

Las exportaciones directas de los Países Bajos a China crecieron al menos cinco veces -500%- desde 2005, mientras que las de Suiza se multiplicaron por 12, convirtiéndolo en el segundo mayor exportador europeo a China. Estas tendencias han estado mucho más contenidas en Bélgica y Austria. Por otro lado, las exportaciones de Polonia a China se multiplicaron por 6, para Hungría por alrededor de 10, para la República Checa por casi 21. Dando cuenta de un nuevo y concreto tejido de red de relaciones económicas, que son también culturales y políticas.

La consecuencia estratégica de este proceso fue la formación de una zona económica euroasiática, un objetivo real para China tanto por su necesidad de materias primas rusas como por los crecientes nodos de infraestructura ferroviaria que cruzan Rusia, Kazajstán y Ucrania. En la última década 2010-2020, los primeros convoyes de trenes de mercancías partieron de China con destino a Dortmund (Alemania) y Rotterdam (Países Bajos).

Los alemanes tenían, al menos en los círculos industriales, la intención de crear sinergias entre China, Rusia, Kazajstán, Ucrania y, por lo tanto, Europa y Alemania. El objetivo era integrar estados que reunieran zonas logísticas, productivas y exportadoras de energía (Rusia, Ucrania, Kazajistán) e importadoras de bienes industriales tanto de China como de Alemania. El equivalente alemán de las nuevas Rutas de la Seda, o Iniciativa de la Franja y la Ruta, lanzada por Xi Jinping en 2013. De hecho, el objetivo final del bloque alemán parece ser la creación de un frente continental euroasiático con Alemania y China como sus dos extremos y Rusia como conector indispensable.

Esto explica la persistencia con la que Alemania ha empujado –en contra de los intereses de Washington y la OTAN- por el gasoducto Nordstream 2. Por ello, la Guerra de Ucrania 2014-2022 podría tener como uno de sus objetivos principales la clausura de este proyecto Euroasiático, que integra al Bloque Alemán y lo articula con la China multipolar. La guerra habrá acabado efectivamente con los objetivos de un espacio euroasiático común, solo si lograse que Alemania debilite o corte sus lazos con China y cierre el canal ruso de comunicación entre ellos.

En lugar de un Gran Espacio, Rusia se ha convertido en la única opción para lograr salvar el puente geopolítico estratégico entre Rusia/China y el bloque que constituye la Gran Alemania´; y la OTAN, instrumentada por Davos/FEM/BlackRock, en el gran obstáculo que ha afectado esta integración euro-asiática, por los intereses en conflicto que fortalecen y motorizan en sus diferentes países componentes.

En mayo de este año 2022, la balanza comercial mensual de Alemania se inclinó hacia el rojo por primera vez desde 1991. No fue mucho (solo alrededor de $ 1 mil millones), pero es un déficit comercial impensado hasta hace poco. En el marco de la Guerra programada por la OTAN en Ucrania desde antes, que se activa a partir de 2014, existe el escenario de una posible derrota de la nueva estrategia alemana multipolar, la Gran Alemania multipolar interconectada económica, tecnológica, cultural y estratégicamente en el Proyecto Multipolarismo Pluriversal. Una pregunta que nos hacemos: Las fuerzas globalistas han logrado subordinar a los dirigentes de los países europeos y, ¿Qué pasará si dichos líderes políticos pierden el control sobre su población?

“el objetivo final del bloque alemán parece ser la creación de un frente continental euroasiático con Alemania y China como sus dos extremos y Rusia como conector indispensable”

Una nueva guerra globalista: el hambre

Líderes políticos, mega bancos y corporaciones transnacionales globalistas con sus sistemas de desinformación e incomunicación están emitiendo advertencias simultáneas acerca de una “escasez mundial de alimentos” y la amenaza de hambrunas en el mundo. Quieren “hacer entender” que el conflicto en Ucrania es lo que impide que el trigo de ese país llegue al mercado mundial y que esto es responsabilidad de Rusia. Instituciones como FMI, el Banco Mundial, el BIS y la Casa Blanca afirman en primera línea que podemos esperar malas cosechas de trigo no solo en Ucrania sino también en Francia y EEUU y por extensión en el mundo entero. El solo hecho de poder comunicarlo ya hizo disparar los precios de los granos. Luego, los pocos consorcios que dominan el mercado ya pueden manipular la oferta, de manera tal que cada vez mayores sectores de la población mundial sufran hambre.

Por ello es preciso saber, en primer lugar, que la inflación o aumento de precios al consumidor comenzó bien antes del conflicto en Ucrania y se debe en primer lugar a la expansión monetaria –emisión sin respaldo- de los bancos centrales como la Fed, el BCE y el banco central de Japón –BOJ-. La forma en que miden el IPC además es sesgada y refleja aproximadamente la mitad de la tasa real. Para ese efecto se puede consultar Shadowstats de John Williams, donde la inflación se calcula según la metodología utilizada en los años 80. Con ese método el índice alcanzaría 17,3% en vez de 8.6% oficial. La inflación provocada a partir de 2021, debido a la expansión monetaria o impresión de dinero sin respaldo de la Reserva Federal en primer lugar, ha sido suficiente para causar un daño increíble a muchas economías nacionales. Es preciso saber que los precios de los insumos agrícolas como fertilizantes, abonos, etc. están por las nubes debido a las sanciones económicas de los países de la OTAN a Rusia. Si a ello se agrega la sequía extrema, y no solo en Europa, las malas cosechas junto con las obstrucciones en su acceso al mercado, el hambre estaría tocando muchas puertas y la situación podrá tornarse dramática en países del Sur global que es cada vez más pluriversal.

Llama la atención que Rusia y China y con ello los BRICS+, se encuentran fuera de ese panorama negativo y se enfocan en la producción y así también en la producción de trigo como recurso estratégico en tiempos de crisis. Como pueden ver en la figura 1 son precisamente Rusia y China los países que esperan cosechas mayores que la media anual.

Figura 1: Cosechas de trigo esperadas en 2022, países seleccionados

Rusia exporta, en 2022, más productos básicos incluyendo el trigo y tiene mayores ventas de petróleo que nunca. Ucrania espera una cosecha que se encuentra 24% por debajo de la media, lo que significa en términos absolutos una pérdida de 6.6 millones de toneladas. A partir de ese dato los medios nos informan que habrá hambruna en el mundo. Si observamos los datos de figura 1 queda claro que dicha pérdida se ve compensa por los 5.1 millones de toneladas que Rusia espera cosechar extra este año, junto con otro millón de toneladas por encima de la media en China. El Multipolarismo está en condiciones de amortiguar una hambruna en África con lo que también van a perder los globalistas esta guerra. China cuenta además con unas reservas extraordinarias de trigo, como señalamos en un artículo anterior nuestro. Ante los ojos del mundo el Multipolarismo ofrecerá soluciones a la crisis alimentaria que el Unipolarismo globalista está fomentando. En semejante entorno muchos países de África buscarán afiliación a los BRICS+.

Las Élites Financieras Globales y, su brazo armado, la OTAN ya han perdido la guerra económica con Rusia/China/etc. A pesar de las amplias sanciones y prohibiciones de importación, el vasto sector energético de Rusia continúa prosperando, el país logró exportar casi mil millones de dólares en combustibles fósiles por día en los primeros 100 días desde el inicio de la confrontación directa en Ucrania. De hecho, los precios más altos del petróleo crudo y el combustible han permitido que los ingresos por el petróleo y el gas de Rusia aumenten, incluso después de que las sanciones obligaran a disminuir los volúmenes de exportación. Es más, a pesar de las sanciones, Rusia sigue exportando en los primeros 100 días del conflicto en Ucrania tanto energía fósil a Alemania como a China, que ocupan el primer y segundo lugar de importadores. En tercer y cuarto lugar aparecen Países Bajos (Netherlands) e Italia (Ver gráfico 1).

Gráfico 1: Importaciones de energía fósil de Rusia por países

Frente a la derrota en la guerra económica con Rusia, las Élites Globales en los gobiernos, las corporaciones transnacionales y sus CEO´s, bien representados en el Foro Económico –Financiero- Mundial (FEM) de Davos, están presionando para impulsar el desmantelamiento de la producción agrícola existente bajo el pretexto del ´Cambio Climático´, del cual muchos CEO´s esperan beneficiarse financieramente, más aun cuando el Senado de EEUU acaba de aprobar un presupuesto multimillonario para ese efecto y que de seguro pasará también por la cámara baja. En el mundo y específicamente también en Occidente, las políticas gubernamentales alineadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU) por diferentes medios están presionando a los granjeros y a los pequeños y medianos productores independientes, para que dejen el oficio y vendan sus tierras, ya que no van a poder cumplir con la nueva regulación ambiental y los controles que implican.

La desarticulación mundial de la oferta agrícola: El hambre provocada

Una nueva guerra aparece en nuestras pantallas: una guerra contra los campesinos granjeros. La desarticulación de la mediana y ´pequeña propiedad´ agrícola. Es otra modalidad más para desarticular la “oferta agrícola” generando escasez y aumentos de precios, causando inseguridad alimentaria incluso en los llamados “países centrales”. Este otoño en el hemisferio norte, el tema no es solo el encarecimiento de la energía sino también la desarticulación de la oferta agrícola y la inflación que implica. El otoño comienza a fines de setiembre y con ello, los fríos en Europa. Será una época en la que muchas familias se enfrentaran de repente a la terrible elección de pagar la factura de la calefacción, que se ha disparado o comprar comida que escasea, y cuyos precios no dejan de aumentar (Vea gráfico 2).

Entre los formuladores de estas políticas agrícolas están los principales intereses corporativos, incluidos BlackRock, Conagra, State Street, Vanguard[1]. Es a partir de este cartel que se diseña una guerra contra los granjeros independientes. BlackRock es la empresa globalista más fuerte y arquitecto clave para imponer metas ambientales, sociales a los gobiernos a fin de aplicarlos no solo en la Unión Europea y EEUU sino también en el Sur como ya pudimos observar en Sri Lanka.

La guerra de la OTAN con Rusia en Ucrania ya está perdida y así también la guerra económica contra ese país. Para lograr aún el Gran Reinicio (Economic Reset) el Foro Económico Mundial de Davos procura desarticular hoy el suministro de alimentos. Esta agenda ambiental no es salvar el clima, sino transformar el planeta y centralizar el control sobre su población y la mejor forma de lograrlo es a través de hambrunas. El que controla la comida y causa miedo del hambre reinará en el mundo es el lema. Con la fuerte inflación en la energía ya batallan hasta los granjeros en los países centrales y con nuevas disposiciones para ´salvar el planeta´ muchos granjeros irá a la quiebra. Los gobiernos operan en connivencia con los CEO´s de las grandes corporaciones que obtienen las tierras a precio de ganga como es el caso del señor neo-feudal Bill Gates.

Gráfico 2

Alemania evolución tarifa de electricidad: megawatt/ hora 2008-2022

La guerra contra los granjeros (medianos y pequeños propietarios agrarios) es parte de una agenda más amplia para despojar a las personas de su libertad. Un puñado de Corporaciones domina la industria mundial de alimentos y bebidas, así como su mercado. Al obtener derecho exclusivo de la producción, obtendrán no solo el control total sobre la tierra y su producto sino también el poder de fomentar el hambre. A partir del miedo por el hambre lograrían tomar el control sobre la población mundial. La gente que sufre hambre experimenta un miedo existencial, tal como se esperaba lograr de hecho con la “pandemia” Covid-19. El Covid-19, en tanto modo de guerra biológica, no les dio el resultado esperado a los señores neo-feudales financieros de Davos-OTAN-FEM. Por ello, que la hambruna va ser su ´nueva epidemia´. En la mente de los globalistas, ahora, consideran factible subyugar a toda la población mundial con el miedo a la hambruna, al hambre masiva. No contaban, en primer lugar, con que en el Mundo Multipolar el bienestar esté en ascenso y que, muy probablemente, cada vez más un número mayor de países del Sur global se resistirán en principio a participar de este proyecto y que, muy probablemente, pasen a una defensa estratégica aguerrida de sus derechos y necesidades como seres humanos. Como ya se puede atisbar a partir de las movidas contra la OTAN, sus capacidades instaladas de laboratorios biológicos-bacteriológicos-y-nucleares en Kazajistán y Ucrania.

Desde que “comenzó” o se dio inicio a la pandemia mundial de Covid-19, las estimaciones sobre el acceso a los alimentos muestran que la inseguridad alimentaria probablemente se ha duplicado, si no triplicado, en algunos lugares del mundo. Las personas hambrientas que se rebelan en países como Sri Lanka, Haití, Armenia o Panamá constituyen apenas la punta del iceberg. Los pueblos han abierto sus ojos ante los mandatos y las políticas coercitivas del cambio climático[2]. La despoblación y el control sobre la reproducción de la humanidad están en la agenda de las élites globales hace ya décadas, lo nuevo hoy es que ya está provocando un momento que llega a su punto crítico y potencialmente insurreccional, como ya se observó en Sri Lanka.


Referencias:

[1] ¿Quién es el dueño del mundo? https://www.climaterra.org/post/qui%C3%A9n-es-el-due%C3%B1o-del-mundo-blackrock-y-vanguard.  Conagra Brands CAG, https://feedingourselvesthirsty.ceres.org/company-scorecards/conagra-brands

[2]  El fracaso de la política globalista de “agenda climática” o “verde” es un hecho de características significativas, que implica el no avance por el mapa de poder trazado por el Globalismo en 1999-2021 y el no regreso al mapa de poder delineado ya por el Continentalismo estadunidense y su fase posterior Tricontinentalista en 1966-2001.

La puja de poder entre la OTAN y la OCS, que asumen la forma de enfrentamiento entre OTAN vs Rusia en la frontera de Ucrania-Bielorrusia y en la frontera interna Kiev-Donbás en Ucrania marca los límites de la OTAN pos Afganistán 2021 para resolver a su favor los conflictos que plantea y que se le plantean. Para la administración globalista, desde la administración Obama a la de Biden, a través de la OTAN, la crisis en Ucrania es el instrumento para evitar por todos los medios que la UE –Europa- consolide su articulación en el proyecto del Mundo Multipolar. Y, por lo tanto, la recuperación de la unidad estratégica de Europa. Para ello, en primer lugar, el Globalismo a través de la OTAN con base de apoyo en Polonia y Ucrania, busca sabotear con “todos los medios” la puesta en marcha concreta del Gasoducto Nordstream-2, que conectaría de modo directo Rusia-y-Alemania. La Iniciativa Globalista llamada “Crisis Climática” o “Alternativa Verde” ha entrado en un momento de crisis terminal, porque los actores (e intereses) que las promovían han perdido la iniciativa, se han dispersado sus “fuerzas” e incluso están en desarrollo conflictos internos que adquieren cada vez mayor relevancia. Esto, por otro lado, se manifiesta como un regreso de las naciones del sur global a una agenda industrial y energética con iniciativa propia en el marco del multipolarismo ascendente. Por ello, las “paradas” de suministro de energías fósiles en Europa, que ya está expuesta a las primeras olas de frio, se transforman en fuerzas que movilizan, bloquean y generan nuevas situaciones y escenarios, donde emergen y se consolidan estos actores ascendentes e incluso incluyendo nuevos. ¿La Crisis del Globalismo puede dar paso a una revolución mundo?, Multipolarismo y el regreso del Reino Medio, Wim Dierckxsens y Walter Formento, Publicado el 17/12/2021, Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE) https://ciepe.com.ar/la-crisis-del-globalismo-puede-dar-paso-a-una-revolucion-mundo/