A raíz de la devaluación del bolívar que se produjo recientemente se activaron las alarmas centradas en el consumo y el parasitismo estatal, poniendo en evidencia el fracaso del modelo rentista-populista-paternalista petrolero reinante durante un siglo en nuestro país. Ese modelo no aguanta más, a pesar de que tenemos un barril de petróleo por encima de los cien dólares…pero como dicen…el dinero no lo es todo. Toda esta situación evidencia una crisis soterrada que se venía viviendo en el país a raíz de la dictadura del sistema rentista que estábamos viviendo desde la aparición del petróleo, el cual se había profundizado en los últimos años. Sobre el rentismo petrolero, desde el siglo pasado se habían publicado algunos trabajos, entre otros, por Rodolfo Quintero como “Antropología del Petróleo”, otro, el problema de la tierra por Salvador de la Plaza, el creador de la OPEP, Pérez Alfonso (Hundiéndonos en el excremento del Diablo), Domingo Alberto Rangel-Pedro Duno (El Gran Desastre) y algunos artículos que publicamos en esa misma línea comenzando el proceso Bolivariano tales como “El Rentismo Cultural”, “YO QUIERO SER COMO ARIEL…YO QUIERO SER COMO ÉL ”, “El etnopopulismo”. En el momento de su publicación, todas estas reflexiones unas MÁS profundas que otras mostraban una tendencia de un sector de la intelectualidad militante venezolana a cuestionar el modelo estatal rentista, definitivamente NO FUERON COMPRENDIDAS, en su mayoa, por los nuevos liderazgos del proceso.
 
El modelo rentista y proyecto Simón Bolívar
 
Para mí y muchos, antirentista, resulto sorprendente que el proyecto Simón Bolívar, reevaluado, 2013-2019, en su objetivo II se expresara claramente lo siguiente: “Desarrollar modelos de gestión de las unidades productivas incluyentes, participativos con los trabajadores y trabajadoras, alineados con políticas nacionales, así como con una cultura del trabajo que se contraponga al rentismo petrolero, desmontando la estructura oligopólica y monopólica existente”. Ahí está la clave del asunto en el cómo producir nuestro propio consumo. Si revisamos en el intercambio comercial entre USA y Venezuela seguimos consumiendo en muchisíma cantidad los productos importados de ese país (15.907 millones de dólares gastamos en importación en el año 2012 desde el imperio….viva el imperio…muera el imperio). Los viajes de las vacaciones de las rancias y nuevas élites venezolanas siguen colapsando los vuelos al imperio en temporadas altas. El consumo de coca cola con sus respectiva BIG MacDonald es grandísimo en nuestro país incluso en los revolucionarios más cuatriboleados la cocola es lo máximo, el whiskie (18 y 24 años) es lo más distintivo entre la élite dirigente revolucionaria. Los instrumentos tecnológicos desde Iphone, Tablas, Laptop y los Blacberry (por cierto, su último modelo sera lanzado en Venezuela para Latinoamerica), Androide, televisores 4D-HD es lo más arrecho. Las camionetas y los carros más contaminantes es lo marca la distinción entre nuestros máximos líderes; por supuesto la llamada línea blanca, que al anunciarse la devaluación se agotaron en casi todas las tiendas del ramo. El consumismo parasitario, es el consumo alienante que no producimos…y ano se cambia el modelo. El modelo se cambia produciendo para nuevos patrones de consumo, como dije, nuestros propios productos de consumo, y hay ejemplo que se pueden seguir profundizando como el celular vergatario de buena calidad, las canaimitas, las cuales no hay que comprarle más a Portugal. Un mal ejemplo está en el área agrícola que de 648.883 productores registrados en la Gran Misión Agrovenezuela, y además que se les asignaron créditos no han podido a media máquina satisfacer nuestro consumo en cereales, frutas, proteínas, entre otras, teniendo que importar muchos rubros para cubrir nuestra demanda. La agricultura de puerto sigue reinando y mandando… Quienes están detrás de ese tipo de agricultura fácilmente rentable?.
 
Devaluación y rentismo
 
Hasta que no entendamos que hay que buscar salida al modelo conformista rentista petrolero, cada vez que haya una devaluación nos dará “tuberculosis”, ya que no tenemos los suficientes anticuerpos para defendernos, y esos anticuerpos emergerán de la diversificación de la economía, haciendo hincapié en otras áreas como nuestro potencial agrícola dormido, de nuestro potencial turístico, de las perspectivas de un desarrollo tecnológico. El liderazgo en esas áreas seria esencial y necesario con una fuerte formación, formación que debe ser reorientada hacia áreas estratégicas de desarrollo sustentable más allá del panfleto. Necesitamos no lideres a la cañona o acobijado en el liderazgo del presidente Chávez, necesitamos lideramos que de verdad entiendan de política seria y de visión presente y futuristica de país y que entiendan de una vez que la revolución es sustentable y sostenible con inteligencia y lealtad al pueblo o no es revolución.