peru san martin

El próximo domingo 11 de abril el Perú celebra las elecciones presidenciales y parlamentarias más impredecibles de su convulsionada historia.

En medio de una grave crisis por la pandemia y un profundo nivel de descrédito del sistema político por denuncias de corrupción que involucran a seis ex presidentes y otros altos dirigentes, incluyendo a cuatro postulantes a la presidencia y el suicidio de Alan García, dos veces presidente de la Nación y del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) y una proyección de una gran fragmentación del voto.

La única certeza es que habrá segunda vuelta y existen según sondeos que hay seis candidatos con posibilidades de pasar a la segunda vuelta.

Lo concreto es la falta de liderazgo, la presentación de 18 candidatos, seis con posibilidades a pasar a la segunda vuelta con márgenes bajos y estrechos desde un abanico desde el neoliberalismo a la izquierda, un fujimorismo que todavía da lucha y un candidato inclusive que viene del mundo del fútbol.

Trataremos de realizar un análisis del Perú desde una perspectiva de la historia de la Patria Grande y sabiendo, como nos enseñó Alberto Methol Ferré, que no existe actualidad por sí mismo sino es un diálogo retroalimentativo pasado-presente y futuro y futuro-presente-pasado.

Al momento de la ocupación española en 1532 había una organización social política compleja Un verdadero Estado teocrático, donde se destacan los caminos, las ciudades, los depósitos comunales. Así el país de los Incas que dominaron a las etnias clásicas militarmente ingresaba en la historia.

Solamente había dos Estados tradicionales al llegar los españoles: los Aztecas e Incas, ambos imperios militares que por el 1.200 arrasaron con las culturas y etnias clásicas de México y de la mitad de América del sur.

Esta sociedad autoritaria que era una verdadera “comunidad de trabajo” se confundió muchas veces con una “utopía socialista”.

Con la conquista del Perú, los españoles se instalaron en el Cuzco y en 1535 fundaron Lima, que sería después el capital virreinato.

No existe América del sur como comunidad cultural, había más de 600 etnias y la conformación de la Nación se da como producto del mestizaje cultural y biológico. Lejos está en nosotros de afirmar y prejuzgar como hacen ciertos sectores que el 12 de octubre se inicia el “genocidio americano” y el 11 de octubre es el “último día de la libertad”.

Si algo caracterizó a los Aztecas e Incas era su carácter de imperios militares e invasores, o sea que la guerra no fue un invento de Hernán Cortéz y Francisco Pizarro.

La conquista fue una mezcla de choques y confluencia, ningún pueblo nace “puro” en la historia. Prueba de ello es que el Imperio Inca extendió su influencia hasta la zona de la actual Santiago del Estero, hoy argentino.

En la época española propiamente dicha, en el siglo XV se crearon el Virreinato de Nueva España o México y el Virreinato que abarcaba el Virreinato del Perú extendiéndose por todo América del Sur.

O sea que el Reino de Indias en América del Sur tenía su capital en Lima y todos éramos peruanos, donde la élite aristocrática limeña extendía su influencia.

Hoy lo podemos observar nítidamente en la arquitectura colonial en Salta. Y recién en 1776 se fundan el Virreinato del Rio de la Plata y de Nueva Granada (Colombia) de muy corta duración. Y entre 1580-1640 el virreinato de Brasil se unifica por alianzas dinásticas con el Virreinato del Perú y México, siendo un solo Estado hispanoamericano o iberoamericano, por eso debemos hablar de reintegración y no, de integración.

El siglo XIX fue el siglo de las mal llamadas guerras de la independencia, en verdad guerras civiles entre monárquicos absolutistas y monárquicos confederados.

América del Sur tuvo dos Libertadores: Simón Bolívar y José de San Martin, que pelearon bajo la consigna unidad en la independencia continental.

Desde ese plano, San Martin como jefe del Ejército de las provincias unidas de la América del Sur libera el Rio de la Plata (la Argentina nace con el Pacto Federal de 1831), Chile y derrota al núcleo absolutista del Virreinato del Perú y termina la campaña Bolívar, ya que el Libertador San Martin entrega sus ejércitos a Bolívar para que culmine la campaña y así lo hace en Ayacucho en 1824, pero no puede concluir la independencia en el Congreso de Panamá de 1826.

La primera independencia fue una independencia política pero no integral y caímos en la órbita del “orden neocolonial inglés” artífices de nuestra fragmentación política.

Para comprender el Perú contemporáneo, debemos examinar su geografía. Situado en la costa del Pacifico el país tiene tres regiones geográficas: la costa, la sierra y la montaña o selva.

Estos rasgos geográficos han ayudado a crear economías regionales desiguales. La costa ha dado origen a una agricultura comercial e industrias de productos acabados. La sierra ha sido una zona de minería, ganadería y agricultura de subsistencia. A pesar de sus recursos naturales, no ha disfrutado de un crecimiento sustancial, hubo un auge del caucho y en años recientes, cultivos de hojas de coca (para el mercado internacional de estupefacientes) pero no hubo una prosperidad sostenida. Sin embargo, más recientemente, el cultivo del café, azúcar y fruta (para el mercado limeño) ha dado energía al comercio.

En apariencia, la comunidad indígena es mayoría, pero en verdad el mestizaje o el cholo son mayoría. Existe una capa relativamente pequeña de blancos mestizos y una porción de negros y asiáticos.

Repasaremos rápidamente los hechos sobresalientes de la historia del Perú contextualizándolos:

-El levantamiento anticolonialista contra los abusos de la política absolutista borbónica liderado por el mestizo José Gabriel Condorcanqui-Tupac Amaru II, educado en el Colegio San Francisco Borja (lo que aleja de una idea de una rebelión indigenista) entre 1780-1781. Podriamos identificarlo como origen de la peruanidad.

-En 1781 se levanta en La Paz por la opresión de los absolutistas esclavistas el indio mestizo Tupac Katari aliándose a negros, esclavos y algunos sectores criollos. Como Tupac Amaru II, terminó asesinado y se le atribuye la famosa frase “Volveré y seré millones”.

Estos dos levantamientos poseen mucha identidad en la vasta zona de Perú y Bolivia.

-San Martin es el Primer Presidente y Protector del Perú en la lucha de unidad en la independencia continental que culmine el otro Libertador, Simón Bolívar.

-El comercio del guano que servía como fertilizante en Europa y que abundaba en Perú pasó al orden neocolonial inglés, una vez que no se pudo concretar la Nación de República.

-Un caudillo militar de la independencia de gran actuación en Junín y Ayacucho, promovió la unidad de la patria chica en estado casi de desintegración: Ramón Castilla.

Envió el primer presupuesto nacional al Congreso de la historia del Perú y promovió el primer ferrocarril latinoamericano (de Lima a El Callao en 1845).

En el fondo, cada caudillo regional, militar y latifundista, constituía un factor centrifugo y destructor de la unidad continental.

-Dentro de la tradición e itinerario iniciados a partir del Congreso de Panamá convocado por Simón Bolívar, destacamos la continuidad de tres Congresos hispanoamericanos más, con un espíritu más defensivo y de defensa de los pequeños límites del mundo andino y de prevención al emergente poder en Nicaragua de los EEUU pero que recobran  importancia: Congreso de Lima (Lima, 1847), Congreso de Santiago (1856) y Congreso de Lima (1864). Todos hispanoamericanos y éste último con un dato curioso, participó en “representación” de la Argentina Domingo Faustino Sarmiento  quién  nunca recibió la autorización del Presidente, Bartolomé Mitre.

-En Perú a diferencia de otros Estados en Hispanoamérica no existieron luchas civiles centralistas y unitarias, sino más tensiones sociales de las regiones citadas.

-La guerra del Pacifico (1879-1883) enfrentó a Perú y Bolivia y Chile. Chile con el apoyo inglés tuvo una resonante victoria. Fue la guerra por los nitratos o salitre. Para Perú fue humillante y Bolivia perdió su salida al mar.

Una de las causas no estudiadas a fondo, es que en Perú se estaba desarrollando una tendencia nacionalista para controlar la economía de las potencias extranjeras, aumentando los impuestos sobre los nitratos e incentivando a Bolivia a seguir ese camino.

Es decir, la causa de la Guerra del Pacifico fue el impulso estatista del presidente civilista Manuel Pardo de cobrar impuestos a la penetración comercial monopolista inglesa.

-Los ciclos económicos del Perú fueron: el guano, el salitre, el caucho, el cobre y las harinas de pescado actualmente. Un país agro exportador, vulnerable a las fluctuaciones del mercado internacional, que ha crecido en los últimos años antes de la pandemia, pero con una injusta distribución de la riqueza como toda Nuestra América.

-Mientras el civilismo dominó la política peruana sin los choques políticos de federales y centralistas, Perú brinda tres notables pensadores de la llamada Generación del 900 que repone a Bolívar en el horizonte histórico político con el arielismo: Manuel González Prada, Víctor Andrés Belaúnde y Francisco García Calderón.

-Al Partido Civilista prosiguió el Partido Demócrata (dominados por caudillos militares). La competencia por el poder se reducía a una democracia oligárquica. El nuevo siglo aparecía dominado por Augusto Leguia.

-En 1924 en ciudad de México, siendo secretario de Vasconcelos, Víctor Raúl Haya de la Torre funda lo que denominó APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) donde plantea la unidad de Indoamérica (desde la lógica histórica de las Indias, y no de un indigenismo como se cree).

Es el primer partido nacional popular de América Latina inspirado en Manuel Ugarte y la revolución mexicana (dicho por Haya de la Torre en “Treinta años de Aprismo”).

Aunque nunca pudo llegar a la presidencia Haya, fue perseguido, sus seguidores asesinados, sufrió fraudes, etc., su influencia es de una magnitud continental y llega al poder por primera vez en 1.985 con un joven discípulo de Haya, el Dr. Alan García.

-Otra figura notable del Perú del siglo XX fue José Carlos Mariátegui. Plantea el problema de la distribución de la tierra. En 1926 lanzó un influyente periódico Amauta y su colección de libros más famosa es “Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”.

-Como podemos señalar, el Perú a pesar de crear el primer partido nacional popular, no pudo su líder natural de consolidar al APRA como un movimiento nacional popular.

Y el sistema político peruano careció de un movimiento nacional popular.

-En 1968 luego de la grave crisis económica del primer gobierno de Belaúnde Terry, se produce un golpe de estado encabezado por el general Juan Velasco Alvarado.

La originalidad es que fue parecido al golpe de los Coroneles del GOU en la Argentina, respetando las particularidades, en lo que hace al plantear la autonomía política y social. La clave central de su programa y lo llevó a cabo fue la Reforma Agraria.

La diferencia con Perón es que no logró o no pudo armonizar la comunidad organizada y la revolución de arriba hacia abajo fue creando un Estado corporativo a pesar de los profundos cambios. En 1975 por resistencia de la oposición y de sus propios sectores ya que no pudo armar una organización política, Velasco Alvarado era derrocado.

Una prueba más del fracaso de los impulsos populares por no poder articularse con sólidas organizaciones.

-Luego de Velasco Alvarado el intento más serio por continuar con reformas de un proyecto de país fue Alan García durante su primer gobierno. Entre ellos el planteo de la moratoria de la deuda. El APRA llegaba al poder. Las condiciones internas ni externas llevaron al fracaso a Alan García.

Su segundo gobierno fue un alineamiento con el gobierno de los EEUU que transmitía las contradicciones de Alan García y de su propio partido.

Su suicidio es un llamado de atención a todos los latinoamericanos por ser Alan García hijo del APRA.

Quedará revelar a la historia de si la naturaleza de su suicidio era porque estaba en un callejón sin salida por las acusaciones de corrupción o tuvo la dignidad que no todos tienen que lo juzgue la justicia de la Historia y no el poder judicial que a veces no actúa como justicia en estos tiempos.

Lo concreto es que el primer partido nacional popular de América Latina está prácticamente desaparecido: el APRA.

Es un tema clave a estudiar.

-Fujimori logró desde un golpe parlamentaria en esa lucha estéril entre poder ejecutivo y judicial terminar con Sendero Luminoso y llevar una política asistencialista, con la complicidad con los aparatos paralelos de Montesinos.

De esa experiencia queda una fracción que está entre las candidatas que pueden llegar mediante su hija Keiko Fujimori

-Toledo, Humala y Kuzinsky fueron paradigmas de gobiernos neoliberales, de corrupción y de regalar al Perú como base de la militarización de la doctrina Monroe.

El crecimiento económico sin desarrollo era artificial

-Vizcarra y su lucha contra el Congreso y el poder judicial representan el fracaso absoluto de un país que desde Velasco Alvarado no tiene rumbo.

-Por eso, desde una visión de la Patria Grande al Perú no le queda otra alternativa independientemente de quién gane que volver al programa continental de su Protector el Libertador San Martin.