El 17 de mayo de 1814, 205 años atrás, fue un día clave para la Independencia Argentina. Ésta recién fue declarada formalmente el 9 de julio de 1816, algo más de dos años más tarde, pero la victoria de la flota encabezada por el almirante Guillermo Brown ese día en el Combate de Montevideo ante la escuadra realista española fue decisiva. Desde entonces los colonialistas perdieron definitivamente el control del Río de la Plata.

 

Hasta entonces se habían producido algunos combates navales como el de San Nicolás, en 1811, protagonizado bajo la dirección de Juan Bautista Azopardo al frente de la “Invencible”, o en el mismo 1811 el ataque a la Isla de las Ratas, comandado por Juan José Quesada a bordo de la “Ifigenia”, y más tarde, ya en 1814, cuando bajo la conducción de Brown se desarrollaran las batallas de Martín García y Arroyo de la China, a las que siguió la de Montevideo.

 

Con ese motivo, el 12 de mayo de 1960, el entonces presidente Arturo Frondizi, mediante el Decreto N* 5.304, estableció que el 17 de mayo se celebre anualmente el “Día de la Armada Argentina”.

 

La victoria naval que terminó con el control de la marina española sobre el Río de la Plata y sus afluentes, ejercido durante los tres siglos previos, hizo posible que las tropas argentina, conducidas por el general Carlos María de Alvear, pudieran ocupar la plaza de Montevideo que habían seguido controlando los realistas desde el inicio del proceso independentista en la región el 25 de mayo de 1810.

 

Concluido el control español del Río de la Plata, cuya base operativa estaba en Montevideo, se agilizó el camino de la Independencia no solamente de la Argentina sino que también facilitó la concreción de las campañas libertadoras de Chile y el Perú encabezadas por el general José Francisco de San Martín pocos años después.

 

La Armada argentina nació el 29 de mayo de 1810, apenas cuatro días después de asumido el primer gobierno nacional. Tiene como patrona a “Stella Maris” y su lema es “Irse a pique antes de rendir el pabellón”. Desde su creación participó en la Guerra de la Independencia Nacional, en la Guerra del Brasil, en la Guerra de la Triple Alianza (en realidad “Triple Infamia” contra el Paraguay), en la Guerra de las Malvinas, en la Guerra del Golfo (liderada por los Estados Unidos de América contra Irak) y en la Operación Uphold Democracy (Organizada por la Organización de las Naciones Unidas para restablecer la democracia en Haití).

 

Su base operativa central se encuentra en la Base Naval Puerto Belgrano, en el sur de la Provincia de Buenos Aires, y participa en las campañas antárticas de la Argentina para lo cual opera desde la Base Marambio, antes vicecomodoro Marambio, ubicada en el continente austral.

Almirante Brown

 

En su historia también pesan algunos hechos graves como, particularmente, su especial participación como la fuerza armada que tuvo una postura antidemocrática, golpista y antipopular durante el gobierno constitucional del teniente general Juan Domingo Perón para cuya destitución fue una herramienta esencial en septiembre de 1955 tras el atentado del 16 de junio de ese mismo año que costó la vida a varios manifestantes en la Plaza de Mayo.

 

Al producirse la Revolución de Mayo una buena parte de los marinos de la Armada Española se encontraba en Buenos Aires. Juan Ángel de Michelena, José Laguna y Jacinto de Romarate se negaron a jurar ante la Primera Junta y pidieron autorización para regresar al real Apostadero Naval San Felipe, de Montevideo. Obtenido el permiso pudieron volver y ponerse nuevamente al frente de la flota.

 

Ésta se encontraba compuesta por la fragata Flora; las corbetas Proserpina y Mercurio; los bergantines Belén, Cisne y Gálvez; las sumacas Aránzazu y Carlota; los faluchos Fama, San Martín y San Luis, y el lugre San Carlos, con asiento en Montevideo; y por las lanchas cañoneras Peruana, Murciana, Navarra y Vizcaíno, en Los Pozos, en Buenos Aires. De todos ellos el único que quedó a las órdenes de la Primera Junta fue el Vizcaíno, luego renombrado América, por decisión de su comandante, el tercer piloto de la Armada Española, Antonio del Pino, el primer oficial de marina de la historia independiente argentina.

 

El resto de la flota española, con apoyo británico originalmente, dispuso el bloqueo del puerto de Buenos Aires pero no logró frenar el comercio desde el mismo. Y en esas circunstancias se creó la primera escuadrilla nacional implementada en 1811 por Francisco de Gurruchaga y puesta a las órdenes de Azopardo. Estaba integrada por la goleta Invencible, el bergantín 25 de Mayo y la referida balandra América. Su primera tarea fue apoyar la expedición de Manuel José Joaquín del Sagrado Corazón de Jesús Belgrano al Paraguay pero fue derrotada en San Nicolás por la escuadra comandada por Romarate.

 

Las cosas se complicaron en Buenos Aires varias veces bombardeada por la escuadra española hasta que al impulso y financiación del catalán Juan Larrea, con la colaboración del anglo-estadounidense William Pius White, el precursor de la Invasión Inglesa de 1806, se  creó una escuadra que puesta al mando de Brown quién tras una derrota inicial, llevó adelante una victoriosa campaña que al vencer a la flota de Romarate en El Buceo, en Montevideo, lo que cambió definitivamente el camino hacia la Independencia de buena parte de Suramérica.

 

– Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

Publicado en www.marcelobonelli.com.ar