Página Siete califica a Evo Morales de dictador y antidemocrático cuando éste ha ganado cinco elecciones con más del 50% de votos y ha transformado la realidad nacional.

Con la imagen de un Evo Morales solitario, abandonado por sus bases, con un Movimiento Al Socialismo (MAS) dividido y contradictorio y con la consigna de que el expresidente indígena debe ser sometido a juicio, el periódico Página Siete de Raúl Garafulic Lehm desarrolla una campaña sistemática contra el proceso nacional-popular iniciado en Bolivia en 2006. Paralelamente, este medio, que guía a otros medios de comunicación televisivos, escritos, radiales y agencias, promociona abiertamente a los promotores del golpe de Estado de 2019 Luis Almagro de la OEA, Carlos Mesa, Fernando Camacho, Samuel Doria y Jorge Quiroga y defiende a Jeanine Añez como figuras democráticas del país, aún después de las masacres de Sacaba y Senkata y del gobierno de facto.

 

En un estilo ágil, con notas cortas y títulos bien estudiados este matutino, que denuncia “falta” de libertad de prensa en Bolivia, utiliza todos los recursos periodísticos para posicionar una agenda informativa y política proclive a los intereses de las oligarquías locales y de la política norteamericana y que es utilizada por las distintas manifestaciones de oposición al gobierno, al mismo que lo identifica dividido en tres fracciones: la del presidente Luis Arce, la del vicepresidente David Choquehuanca y la del Jefe del MAS Evo Morales.

 

Lo paradójico de todos sus argumentos es que Evo Morales no solamente tiene y desarrolla una relación directa con varios millones de hombres y mujeres del pueblo boliviano organizado que lo apoyan con mística y compromiso por las políticas sociales, culturales y económicas que desarrolló de 2006 a 2019, por su origen popular y por su vocación patriótica, latinoamericana y antiimperialista, sino que en los países latinoamericanos que visita es recibido por multitudes de los sectores populares, sindicales, campesinos e indígenas como lo demuestran las manifestaciones realizadas en los últimos años en Perú, Ecuador, Chile, Argentina, México, Panamá, Venezuela o España.

 

Asimismo, líderes de todo el mundo y de distintas orientaciones políticas han manifestado abiertamente su reconocimiento a la importancia histórica y social del liderazgo de Morales, en particular las manifestaciones de aprecio del papa Francisco,  Fidel Castro, Pedro Castillo, Ban Ki Moon (Secretario General de la ONU), Lula Da Silva, José Mujica, Andrés Lopez Obrador, Alberto Fernandez, Angela Merkel, Eduardo Galeano, Xi Jing Ping, Vladimir Putin o Rigoberta Menchú, entre muchos y muchas otras. 

 

Por otra parte, la unidad de los tres dirigentes políticos del MAS -Evo Morales, Luis Arce y David Choquehuanca- es manifiesta y clara en los diversos actos públicos tanto del partido político como del gobierno con la presencia multitudinaria de sus seguidores en todas las regiones del país.

 

Página Siete critica a Evo Morales de dictador y antidemocrático cuando éste ha ganado cinco elecciones con más del 50% de votos en elecciones nacionales y referéndum y ha transformado la realidad nacional, en tanto que Mesa, Quiroga, Añez o Doria no han ganado nunca una elección en Bolivia, aunque los tres primeros se presentan como ex presidentes del país a partir de las casualidades de la historia como fueron la muerte de Banzer, la huida despavorida de Sánchez de Lozada ante la rebelión popular de octubre de 2003 o el Golpe de Estado, respectivamente.

 

Corresponde recordar que el periódico Pagina Siete de propiedad del empresario Raúl Garafulic Lehm, de sinuosa trayectoria familiar en la política y los negocios, se ha convertido definitivamente en el bastión opositor contra el gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca después de haber sido el portavoz oficial y articulador del Golpe de Estado de noviembre de 2019, en la misma perspectiva de varios otros medios televisivos, escritos y radiales. Su padre, de origen croata, fue mimado por el dictador Banzer, nombrado director del canal oficial, armó ilegalmente su propio canal privado; fue embajador en España y refundó La Razón, se favoreció con la privatización de empresas estatales de aviación e hilandería y con los fondos de pensiones durante el periodo neoliberal.

 

*Sociólogo boliviano y docente de la UMSA.