Mal pronóstico para las expectativas ilimitadas de la oposición de barrer en los principales corredores electorales del país. La revolución bolivariana comienza a salir de la derrota del 2-D, en medio de las turbulencias internas de la fracasada “alianza patriótica” (primer frente de guerra política del Imperio: error táctico producto de la pequeña política, del partidismo y el sectarismo) y de un auténtico cuadro de operaciones de guerra propagandística y psicológica para proyectar mensajes divisivos y desmoralizadores, en función de dislocar la conexión entre Chávez y sus bases sociales de apoyo en el seno del campo nacional-popular bolivariano .
Hay que destacar que la estrategia opositora acertó al engatusar a algunos segmentos de la dirigencias de factores políticos que acompañaron el proceso bolivariano como Podemos (que perdió todos sus espacios de poder), hoy subsumido a las instrucciones de la derecha opositora, como el PPT (que sufrió una derrota electoral generalizada) y el PCV (que aún se encuentra extraviado en su línea política-electoral). El PPT y el PCV intentaron presionar a Chávez en momentos donde la gran política exigía liquidar a la pequeña política (Gramsci). Queda claro que hubo recuperación en uno de los ejes de la revolución bolivariana: la unidad y sintonía de Chávez con el movimiento nacional-popular, pero se fracasó en la construcción del bloque político partidista, con una honda repercusión en el interior del cuadro de mando y dirección del PSUV.
También Chávez tiene su cuota de responsabilidad en esta situación, y debe mirar con atención los movimientos en el rompecabezas más complicado, que es “interno” en el PSUV y en el bloque político partidista de la revolución bolivariana. Había que analizar las diferencias entre la elección de Chávez en 2006, el referendo 2007 y las proyecciones para las elecciones del 23-N en estados claves, dada la importancia del factor poblacional para definir las futuras elecciones de la AN, un eventual referendo revocatorio o una posible enmienda para la reelección.
– Javier Biardeau es catedrático de la Universidad Central de Venezuela.